A un ritmo ‘universal’
La música es un arte fácil de apreciar, sobre todo si se trata de una buena canción de tres minutos, el arquetipo de la música pop. Sin embargo, el lado corporativo de la música sí que es complicado.
Descifrar a la industria de la música es una tarea compleja. Es fácil perderse en la telaraña de los cientos de sellos discográficos, los contratos, las alianzas de distribución, la protección de los derechos de autor, las relaciones públicas, los managers, los derechos de promoción, etcétera.
Juan Antonio ZertucheLa música es un arte fácil de apreciar, sobre todo si se trata de una buena canción de tres minutos, el arquetipo de la música pop. Sin embargo, el lado corporativo de la música sí que es complicado.
Descifrar a la industria de la música es una tarea compleja. Es fácil perderse en la telaraña de los cientos de sellos discográficos, los contratos, las alianzas de distribución, la protección de los derechos de autor, las relaciones públicas, los managers, los derechos de promoción, etcétera.
Detrás de las canciones que escuchamos en la radio, los CD’s que compramos en las tiendas de discos y los conciertos a los que asistimos, hay una gran maquinaria operando; el mainstream no es un espacio gratuito.
Si tomamos como referencia el estimado de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI en inglés), que defiende y representa los intereses de las corporaciones involucradas, la industria de la música tiene un valor de 168 mil millones de dólares (2011) a nivel global; esto incluye desde la venta de instrumentos hasta las ganancias que genera la publicidad relacionada a la música en radio y televisión.
A pesar de los retos que enfrenta la industria con la revolución digital y la piratería (online y offline), la música sigue siendo un gran negocio sostenido actualmente por cuatro pilares, conocidos como “las cuatro grandes”: EMI, Warner Music Group, Sony Music Entertainment y Universal Music Group.
Pero esta alineación está por cambiar, una vez más: a finales de la década de los 80 se les conocía como “las seis grandes” (EMI, CBS, BMG, PolyGram, WEA y MCA), pero entre adquisiciones y ajustes posteriores, las compañías dominantes se han consolidado en cuatro y probablemente se reduzcan a tres.
Con la aprobación de la Unión Europea (UE) de la venta de la división de música grabada de EMI a Universal por 1.9 mil millones de dólares, el juego ahora podría ser de tres si también es aprobada la venta –como se espera que así sea– por los reguladores de competencia en Estados Unidos.
Sin embargo, la compra quedó condicionada por la comisión de competencia comercial de la UE. Universal tendrá que deshacerse en los próximos tres a seis meses de un tercio de los “activos” de EMI incluidos en los sellos Parlophone, Mute, Chrysalis, Ensign, EMI Classics, Virgin Classics y el grupo Co-Op Music, así como la participación que tiene EMI en la serie de lanzamientos bajo el nombre “Now That’s What I Call Music!”.
Los “activos”
En esta historia de compañías, sellos discográficos, alianzas, ventas y demás arreglos corporativos, se habla de “activos” como en cualquier empresa.
La diferencia está en que estos “activos” son actos musicales; bandas, artistas, intérpretes y músicos que con su arte mueven a cientos, miles o millones de personas con un producto intangible (música) y emotivo.
“Esta ha sido una de las discusiones más difíciles en mi vida como comisario de competencia debido a… la existencia no sólo de una industria —estamos acostumbrados a lidiar con fusiones entre empresas de sectores muy diferentes—, sino por la existencia de una dimensión cultural”, dijo el comisario responsable de competencia de la Unión Europea, Joaquín Almunia, luego de anunciar la aprobación de la venta de EMI a Universal.
Por cuestiones de “competencia”, Universal podrá llevarse dos terceras partes del pastel de EMI… y se trata de la parte más jugosa: The Beatles, Robbie Williams, Katy Perry, Spice Girls y Peter Gabriel, entre otros. Es decir, Universal tendrá de su lado ahora a muchos de los artistas del sello Capitol Records (que en América Latina a su vez tiene a EMI Latin / EMI Televisa Music), pero no podrá tener a los icónicos actos de Parlophone o Mute Records.
La lista de artistas y bandas que no estarán en manos de Universal incluye a Coldplay, David Guetta, Pink Floyd, Blur, Kylie Minogue, Pet Shop Boys, Erasure, David Bowie, Depeche Mode, Nick Cave, The Chemical Brothers, M83, The Knife, Bat for Lashes, Liars y muchos más.
Estos artistas representan el tercio de EMI que tendrá que vender Universal, como parte de la condición que la comisión europea le interpuso. Se especula que BMG Rights Management, quien hace unos años llegó a formar parte del grupo de las compañías disqueras más grandes del mundo, podría adquirir estos “activos”. De ser así, BMG subiría de lugar para convertirse en la cuarta compañía discográfica a nivel global.
Aunque el tablero se sacudió, Simon Dyson, director de la publicación Music & Copyright, dijo a la agencia AP que al parecer la participación de Universal en el mercado mundial aumentará de 29 a 34.5 por ciento. Como la empresa ya es tan grande, la adquisición difícilmente podría cambiar radicalmente al sector.
Sin embargo, la dominación cultural de Universal fue notoria en 2011. Ahora con buena parte de EMI bajo su paraguas, es probable que esta posición dominante no solo se consolide de manera notoria en la lista de los álbums más vendidos y los artistas con giras más exitosas, sino que también le dará a Universal una carta de poder que podrá utilizar para imponer condiciones en el rumbo que tomará la música a nivel digital con el acceso a licencias y permisos.
En ese terreno, la batalla es con otros gigantes: Apple y Google.
Los ‘activos’ a la deriva
Estos son algunos de los actos musicales que están en espera de saber bajo qué sello trabajarán: David Guetta, Pink Floyd, Blur, Kylie Minogue, Pet Shop Boys y David Bowie.
Nuevos ‘universales’
Con esta compra, Universal Music Group ha sumado a su lista a artistas de la talla de The Beatles, Robbie Williams, Katy Perry y Spice Girls.
En vivo
Seis de las 10 giras mundiales más grandes son de artistas firmados bajo el sello Universal; U2, Take That, Bon Jovi y Taylor Swift encabezan los primeros cuatro lugares con ganancias millonarias.
Más vendidos
“Las cuatro grandes” tienen una participación protagónica en la lista de los álbums más vendidos en el mundo. En México, la dominación es absoluta: cuatro de 100 no pertenecen a este club.
Mundo
Salvo el fenómeno independiente de Adele (quien está firmada bajo el sello británico de XL Recordings), 9 de los 10 álbums más vendidos a nivel global pertenecen a “las cuatro grandes” compañías discográficas. Universal encabeza la suma de ventas con artistas como Lady Gaga, Rihanna y Mumford & Sons, seguido de Warner, EMI y Sony.
México
En 2011, Sony dominó la lista de álbums más vendidos en México: 6 de los 10 están bajo su sello; sin embargo, Universal se apuntó con Los Tigres del Norte el primer lugar en ventas con “MTV Unplugged”. Únicamente cuatro álbums dentro de los 100 más vendidos en 2011 en nuestro país no pertencen a “las cuatro grandes” compañías.