Un promotor de talento

"Hago el papel del gobernador que es un hijo de puta, literal, porque es hijo de Juan Vargas, de 'La ley de Herodes' y de una putita del pueblo", dijo a Milenio Damián Alcázar.

El actor se refiere a Carmelo Vargas, su personaje en "La dictadura perfecta". La cinta ya está en las salas de cine en México, de hecho, se exhibe en mil 500 de ellas, tal como “No se aceptan devoluciones”, de Eugenio Derbez.

Pero, más allá de Carmelo, la carrera de Alcázar está respaldada por más de 20 años en el cine y la televisión. 

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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películas extranjeras ha hecho Damián Alcázar
Damián ha aparecido en más de 28 películas mexicanas
¡La primera película que vi, fue a la edad de dos años y medio. El sacerdote de la parroquia donde mis hermanos aprendían el catecismo, la proyectaba sobre una pared (...) Verdaderamente fue sorprendente para mi (...) ¡todavía lo recuerdo!
Damián AlcázarActor y director

“Hago el papel del gobernador que es un hijo de puta, literal, porque es hijo de Juan Vargas, de ‘La ley de Herodes’ y de una putita del pueblo”, dijo a Milenio Damián Alcázar.

El actor se refiere a Carmelo Vargas, su personaje en “La dictadura perfecta”. La cinta ya está en las salas de cine en México, de hecho, se exhibe en mil 500 de ellas, tal como “No se aceptan devoluciones”, de Eugenio Derbez.

Pero, más allá de Carmelo, la carrera de Alcázar está respaldada por más de 20 años en el cine y la televisión. 

Damián nació para actuar, su capacidad histriónica se le nota hasta en los poros, lo que le abrió las puertas en el séptimo arte dentro y fuera del país.

Nacido en Jiquilpan, Michoacán, el 8 de enero de 1953, el también director estudió en el Instituto Nacional de Bellas Artes y en el Centro de Experimentación Teatral. También en la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana.

Pisó los escenarios teatrales a lo largo de casi ocho años, hasta que su talento fue seducido por el cine. Pero fue en 1993 cuando su nombre sonó en las altas voces gracias a su papel de Marcelino en la cinta “Lolo”, lo que le valió un Ariel a Mejor Coactuación Masculina. 

En esa misma categoría, obtuvo la presea en 1996 por “El anzuelo”, y en 2003 por “El crimen del Padre Amaro”.

Y esos no son sus únicos Arieles, se ha llevado el galardón al Mejor Actor por “Bajo California: el límite del tiempo” (1999), “La ley de Herodes” (2000), “Las vueltas del citrillo” (2006), “Crónicas” (2007), y “El infierno” (2011). 

En 2013, fue distinguido con el Premio de Honor de la Muestra de Cine Latinoamericano de Lleida, junto a José Coronado.

Ha formado parte de jurados en festivales de cine reconocidos, y ha trabajado de la mano de realizadores como Arturo Ripstein, Alex Cox, Bruce Beresford y John Sayles.

El michoacano considera que su trabajo es como un atril en el que habla en honor a quienes no pueden hacerlo. Y cree que un actor no solo debe entretener, también debe hacer reflexionar al espectador, por ello no se involucra en proyectos comerciales, a menos que tengan el objetivo de promover la cultura y los derechos humanos.

Damián Alcázar es uno de los talentos nacionales que brillan dentro y fuera de México y, en donde haya presencia mexicana audiovisual, es muy probable que esté Damián, con sus facciones duras, su semblante serio y un gran sentido de interpretación en pantalla. 

 

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