¿Un mundo sin plásticos?

Especialistas coinciden en que este material no es ‘el malo de la película’, sino que fue la sociedad quien abusó de él de manera excesiva, convirtiéndolo en una de las principales razones de la contaminación mundial
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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La sociedad ya vivió en un mundo sin plásticos. El marfil, mayoritariamente, era uno de los materiales que se utilizaban en el siglo XIX para realizar peines, muebles o cualquier tipo de objetos, pero nada dura para siempre. Para no terminar con parte de la anatomía de un animal, se decidió pensar en un plan b.

“Hace 200 años no teníamos plásticos a nuestra disposición, empezó a producirse una vez que comenzamos a depender más y más de los hidrocarburos y fue ahí cuando se produjeron estos materiales”, comenta Omar Arellano-Aguilar, doctor en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En 1955, la revista estadounidense Life publicó un artículo titulado “Throwaway Living” (Vivir a la deriva). En la publicación se agregó una fotografía en la que se simula que tres niños están divirtiéndose con platos desechables que sacaron de un bote de basura. Para ese entonces, el plástico se veía como un objeto que llegó para mejorar la vida de las personas. Pero hoy la realidad es otra.

De acuerdo con las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada minuto se compra un millón de botellas de plástico y, al año, se usan 500 mil millones de bolsas del mismo material. Casi una tercera parte de todos los envases salen de los sistemas de alcantarillado y ocho millones de toneladas acaban anualmente en los océanos, amenazando a la vida marina

Gabriela Jiménez, del Instituto de Ecología de la máxima casa de estudios, asegura que la contaminación actual de plásticos es un problema serio porque “producimos más plástico del que podemos reciclar”.

“No es que el plástico sea el malo de la película, sino que simplemente abusamos de él. Ahora ya no podemos ni pensar en cómo sería un mundo sin él, tenemos demasiadas cosas que lo utilizan”, declara la investigadora.

En entrevista con Reporte Índigo, Arellano-Aguilar detalla que el plástico tuvo tanto éxito (y aún lo sigue teniendo) por las flexibilidades de sus usos. Tiene mucho más controlados los alimentos, preservándolos con ayuda de refrigeración; y por otro lado, con él se pueden hacer materiales que constituyen la vida diaria de las personas, como las carcazas de las computadoras, de los teléfonos, algunos materiales médicos y el cableado eléctrico, por sólo mencionar algunos.

Además, comenta que si no hubiera plásticos hoy en día, habría un ambiente en el que todos los materiales que se tirarían no carecerían de la facilidad de degradarse, de regresar a la naturaleza debido a los materiales que generan.

Sin embargo, el doctor coincide con la maestra Gabriela Jiménez y señala que en las condiciones actuales, le resulta casi imposible volver a lo que era antes, un mundo sin plásticos.

Productos reutilizables, ¿la solución?

Debido a que la contaminación por plásticos es un hecho, dañando no sólo al medio ambiente, sino también a animales marinos, más de 200 países han tomado cartas en el asunto, comprometiéndose a reducir el uso total del material de aquí a 2030, según informó la ONU.

Y aunque la reducción de plásticos es una alternativa, algunas empresas han optado por cambiar el tipo de material con el que elaboran sus envases, popotes, bolsas, tapas o vasos.

Gabriel Jiménez, del Instituto de Ecología, menciona que tanto reducir la cantidad de plásticos como cambiar del tipo de material, en definitiva ayudaría a retrasar el peligro que están causando los residuos en el mundo.

“Creo que las empresas más poderosas son las que deberían estar pensando, de verdad, en utilizar plástico reciclable o un sustituto del plástico, que ya los hay, simplemente es que quieran invertir un poquito más para producirlo. El caso es que todo esto significa dinero y que las empresa estén dispuestas a invertir en eso”
Gabriela JiménezAcadémica del Instituto de Ecología de la UNAM

La especialista explica que aunque se lleven a cabo estos procesos, los resultados tardarían años en verse reflejados, pues, primero, para que las empresas puedan comenzar una nueva producción, terminarían con los embases que ya tenían elaborados.

“Estamos hablando de que si entraría nuevo envase al mercado dentro de tres años, en tres y medio ese plástico biodegradable ya estaría funcionando bien. Sin embargo, aún es mucho tiempo, pero vale la pena intentarlo”, recalca.

Por su parte, Arellano-Aguilar opina que también se pueden comenzar a utilizar de manera más frecuente los productos hechos a base de hoja de plátano, cáscara de aguacate o de nopal, sin llegar a los extremos, ya que usarlas excesivamente podría, incluso, escasear los productos alimenticios.

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millones de personas se han unido a GreenPeace para detener la producción de plástico de un solo uso

Para la investigadora, el peor escenario si no se hace algo en favor del medio ambiente, es que la sociedad se estará inundando en plástico, justo como pasa ahora, que partes de envases o bolsas nadan en los mares, tanto en el Atlántico como en el Pacífico.

“Los animales marinos se van a ir muriendo de intoxicación, y por obstruir sus ductos digestivos por plásticos. Se va a empezar a disminuir el número de especies”, resalta.

Nestlé, en la mira

El pasado 22 de abril, la organización ambientalista GreenPeace señaló a la empresa multinacional de alimentos y bebidas, Nestlé, por generar cantidades “monstruosas” de plástico.

En 2018, GreenPeace, a través del informe titulado Branded. En busca de los corporativos que más contaminan el mundo con plástico, argumentó que Nestlé produjo el 14 por ciento de la contaminación plástica de manera encontrada en el mundo, junto a nueve empresas más

Después de que un grupo perteneciente a la organización sin fines de lucro presentó en las oficinas de Nestlé una imagen de un pájaro alimentando a sus crías con residuos de plástico de la empresa, Miguel Rivas, coordinador de la campaña de Océanos de GreenPeace México, dijo que con esta acción están mostrando la responsabilidad que tiene la compañía al contaminar el medio ambiente con los empaques de un solo uso en los que ofrece sus productos a sus consumidores.

Al respecto, Gerardo Aguillón, jefe de Relaciones Públicas de Nestlé, respondió, a Reporte Índigo, que todos en Nestlé tienen el deber de seguir avanzando para abordar este problema mundial.

“Resolver la contaminación por plástico es una prioridad urgente para nosotros. Nos tomamos esta responsabilidad muy en serio. Apoyamos todas las acciones para concientizar y encontrar soluciones a esta problemática”
Gerardo AguillónJefe de Relaciones Públicas de Nestlé

Entre las peticiones que GreenPeace le solicitió a Nestlé está el divulgar públicamente información completa sobre la huella de plásticos de los empaques que produce, así como la cantidad de unidades generadas cada año.

Al respecto, tanto Omar Arellano-Aguiar, doctor en Ciencias Biológicas, como Gabriela Escamilla, de Instituto de Ecología de la UNAM, coinciden en que la principal responsabilidad de la contamiación por plásticos debe ser de las propias empresas que producen los materiales, así como de la sociedad que los consume.

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envases de plástico de Nestlé fueron recolectados en 2018 en Estados Unidos y México

“Tenemos que replantear nuestra forma de producción, de consumo y, por otro lado, incentivar a las empresas a que tomen otras actitudes de ética profesional, que desafortunadamente todavía no se alcanzan (…) Mientras los consumidores no empecemos a exigir cambios en este sistema, veo muy difícil que mejoremos la situación”, subraya el doctor en Ciencias Biológicas.

La asociación GreenPeace señaló a la multinacional de ser una de las principales generadoras de plásticos de un solo uso en el mundo, le exigió cambios a favor de medio ambiente
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