Establecer una sólida metodología socioemocional guiará a los alumnos hacia una resiliencia educativa en tiempos de crisis por la pandemia del COVID-19. Múltiples investigaciones académicas sugieren establecer un proceso de conciencia emocional que facilite el regreso de profesores y alumnos a las clases presenciales.
“En la actualidad es indispensable contar con un modelo educativo que aborde las dimensiones socioemocionales junto a un acompañamiento de soporte para los estudiantes. Cultivar estados mentales que promuevan el aprendizaje, en medio de una combinación entre entusiasmo e incertidumbre por saber cuáles serán las nuevas condiciones, tendrá un efecto fundamental en un nuevo entorno educativo post pandemia”, menciona Christian Aparicio, CEO en México de Innova Schools, red de colegios líder en Latinoamérica.
La metodología socioemocional es un proceso de aprendizaje a través del cual los estudiantes trabajan e integran en su vida los conceptos, valores, actitudes y habilidades que les permiten comprender y manejar sus emociones, así como establecer relaciones positivas en su entorno. Comprende cinco dimensiones: autoconocimiento, autorregulación, autonomía, empatía y colaboración.
De acuerdo con los especialistas, existen emociones académicas que abren al conocimiento, como entusiasmo, confianza, curiosidad y alegría. Aumentar la frecuencia de cada una provocará que los alumnos se incorporen más fácilmente a las aulas, favoreciendo su formación integral y la construcción de una identidad personal.
Este tipo de educación se aprende a través de los ejemplos, así que empatizar con los niños en cuanto a sus miedos o ansiedades será el primer paso para fortalecer su autoconocimiento. Hay que reconocer a la inseguridad como un obstáculo para el aprendizaje e impedirla mediante una metodología socioemocional eficiente.
Toma nota
Christian Aparicio, CEO en México de Innova Schools, brinda puntos claves para un mejor regreso a las aulas durante la pandemia.
»La conciencia emocional
Con base en estudios de líderes académicos, se afirma que aprender a conocer y regular las emociones es fundamental en la educación socioemocional.
El objetivo es conocer y abordar las preocupaciones que no se pueden identificar en las materias académicas ordinarias. No se trata de reprimir las emociones que cierran al aprendizaje, sino de disminuir su intensidad y/o frecuencia. Mientras que el gran reto de los docentes será comprender ese mundo interno de las emociones, que están muy ligadas con la parte académica, para generar una autorregulación ante los diferentes escenarios cotidianos.
»Una mentalidad de crecimiento
“No temas a equivocarte, nunca es tarde para aprender”: frase de Carol Dweck, doctora en psicología y docente en la Universidad de Stanford, retrata con exactitud una visión de formar liderazgo en los niños; que, frente a la adversidad, vean una oportunidad de realización.
Bajo ese tenor, es necesario dotar a los alumnos de herramientas que les provean alta motivación; sacarlos de ese marco en el que se juzgan a sí mismos cada vez que creen que van a equivocarse e ingresarlos al descubrimiento con un pensamiento entusiasta.
»Las dimensiones socioemocionales
El desarrollo del autoconocimiento, autorregulación, autonomía, empatía y colaboración es vital para que los estudiantes no se sientan superados por las emociones frente a la crisis de la COVID-19; así mismo, para que puedan estar mejor preparados ante el impacto de esta pandemia, además de impedir que la frustración o el estrés obstruyan sus habilidades de conocimiento.