Un homenaje a los maestros
La película La Promesa, basada en una historia real, busca reivindicar a los profesores como figuras centrales de la sociedad, especialmente en comunidades pequeñas y alejadas de las ciudades
José Pablo EspíndolaEn un alejado y pintoresco pueblito de México, vive Leo, un niño rebelde, pero muy inteligente, que le hace la vida imposible al “Profe” Cruz y a sus compañeros de escuela. A pesar de su comportamiento, el talento de Leo lo hace distinguirse de entre los demás alumnos.
Su abuelo, su Mamá y el “Profe” Cruz le mostrarán al niño un mundo nuevo a través de los libros. En ese pueblo, la lectura se vuelve un elemento clave para la transformación, no sólo de Leo, sino de toda la comunidad.
Esa es la trama de la película La Promesa, cuyo contenido puede ser visto en familia y resalta la visión de un México que quiere verse crecer. “Narrada de una manera sencilla y clara, La Promesa debe ser ante todo un reflejo íntimo de lo que somos y de lo que nos dignifica como seres humanos, incluso en la adversidad”, comenta Óscar Blancarte, director de la cinta.
El filme muestra cómo en aquel pueblo, la lectura es vista como actividad que solidariza, provoca cambios positivos en la comunidad y ofrece nuevos caminos para la superación de quienes se reúnen en torno a ella.
Para Alessio Valentini, actor que interpreta a Leo, La Promesa “es una película muy bonita que reconoce el trabajo de los maestros, porque estamos de acuerdo que todos tuvimos un profe con el que te sentías identificado y que te salvó en algún momento”.
El objetivo de la cinta es mostrar la relevancia que tienen los maestros en la formación de los seres humanos y el impacto que pueden provocar en ellos.
Consciente de la magia de los libros, el “Profe” Cruz funda en el pueblo el club de lectura La Hojarasca, en el que hace que todos los habitantes del lugar, los domingos, lean un libro completo en voz alta.
“La película nace de una historia real que sucedió en un pueblo llamado el Recoveco, en Sinaloa, lejos de la ciudad y con la violencia desenfrenada. En ese lugar vive el ‘Profe’ Cruz, quien forma una cruzada para hacer que la gente del pueblo lea. Esto lo lleva a crear la primera biblioteca y un club de lectura. En un aniversario, reta a todos a leer en voz alta y de corrido Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Lo lograron en 20 horas”, cuenta Carlos Barrón, productor de la cinta.
La experiencia más grande que aprendió Valentini durante el rodaje fue que los libros son increíbles, porque te permiten volar, viajar, sin importar los recursos económicos.
Para Barrón es muy importante aclarar que la película es completamente familiar. No hay groserías ni dobles sentidos, pero si mucha diversión, además de tener un mensaje muy vigente.
El actor Mario Zaragoza, que da vida en la cinta al “Profe” Cruz, opina que la producción mexicana también invita a reivindicar al maestro como una figura central, especialmente en las comunidades pequeñas y alejadas de la ciudad.
Para ellos, lo que necesita el sistema de educación mexicano es sensibilizarse para atender las problemáticas del país y trabajar en los elementos básicos: pensamiento analítico y dominio del lenguaje.
“Es una parte política de la docencia que es real y se tiene que enfrentar. Aquí el ‘Profe’ Cruz está en una comunidad pequeña, tiene algunos cuantos alumnos a los que les puede dedicar un poco más de tiempo, que es un valor importante en la docencia.
La Promesa ya se encuentra disponible en cines de la Ciudad de México y Área Metropolitana, Guadalajara, Toluca, Cuernavaca, Culiacán, Mazatlán, Los Mochis, Villahermosa y Tuxtla Gutiérrez.
Orgullo mexicano
El profesor Cruz Hernández vive en el Recoveco, un pueblo de Sinaloa. Hace 16 años tuvo la idea de organizar una semana dedicada al escritor García Márquez y a través de la lectura de sus novelas, los jóvenes del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario 133 se acercaran a la cultura y se alejaran de la violencia.
Cruz Hernández logró entrar en contacto con el escritor, se reunieron personalmente en 2007. Fue tanta la empatía que entablaron una amistad. García Márquez, en sus últimos años de vida, donó libros a la biblioteca del pueblo, y hasta la fecha, la familia del escritor continúa mandando material de lectura hasta el pueblo de Sinaloa.
Esa semana que inició hace 16 años, ahora es un festival que comienza cada 6 de marzo, como homenaje a la fecha en que nació Gabriel García Márquez en 1927, en Aracataca, Colombia.