Con tan sólo 23 años, el dramaturgo francés Alfred Jarry creó, en 1896, a Ubú Rey, uno de los personajes teatrales y literarios que, hasta el día de hoy, representa la herejía y la destrucción, en simples palabras, el autoritarismo.
Han pasado más de 100 años desde la creación del clásico teatral, y como buena pieza artística, su texto es más vigente que nunca. Ahora, con la mirada del siglo XXI, el público mexicano podrá ver la historia de Ubú, quien junto con su esposa, a partir de una serie de decisiones y acciones viscerales, se convierten en el reflejo de la forma más pura de la naturaleza humana y su respuesta a los instintos oscuros.
Este espectáculo titulado Ubú, de TítereLiches, fue montado bajo la producción de Miroslava Figueroa, quien también actúa junto con Raquel Flores Padilla y Axel Castro, mismo que se encarga de la realización de teatrino.
“Es una obra que forma parte de los estudios de literatura clásica, pero creemos que es pertinente la temática para traerla a este año. Junto con la adaptación de Yafté Arias, hicimos una mezcla de los diversos éxitos de Ubú, como Ubú encadenado, Ubú cornudo y Ubú en la colina, a partir de ahí hicimos esta nueva versión”, explica Miroslava Figueroa.
Tras haber perdido la guerra contra Polonia, el rey Ubú, un capitán de dragones sanguinario, y su esposa lucharán para volver a obtener el poder y así que crezca su imperio; sin embargo, para que esto suceda, deberán tomar algunas decisiones, entre ellas, traicionar a quien menos esperaban.
Con su brutalidad, crueldad, el lenguaje absurdo y vulgar, Ubú demuestra una crítica a las instituciones y regímenes gubernamentales. El hambre de poder, de dinero, de reconocimiento o fama. La directora comenta que desde su experiencia al ser un tema complejo para la recepción del público, el uso de títeres les ha ayudado para contar historias que pueden ser incómodas.
“Algo que me ha tocado ver y comprobar en el teatro de títeres es que generan la idea de que es un juego, y la forma de contar la historia es distinta. Nosotros creemos que así podemos hablar de temas fuertes, que pueden ser tabúes violentos y generar un proceso de comunicación de forma más sencilla.
“La magia de los muñecos, jugar con ellos, nos permiten hacer cosas que si lo hiciéramos con personas sería demasiado violento para el espectador. Por lo que podemos llevar a escena la parte más oscura y compleja, tanto de lo que estamos viviendo como de la humanidad”, considera Miloslava.
Para Figueroa, con Ubú quieren que el público reflexione, primero, sobre sus acciones y cómo puede cambiar para mejorar el mundo y no exista tanta violencia ni guerra.
Asimismo, el espectáculo de TítereLiches busca visibilizar la violencia a la que las nuevas generaciones se están exponiendo.
“Es muy fuerte el momento en el que estamos viviendo, en guerra constantemente, la humanidad sigue estando en esta vorágine de hambre de obtener y pareciera que nunca acaba, sigue creciendo y es algo que identificamos claramente en esta historia”, concluye.
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