TV, la fábrica de riesgos
El verano pasado aludimos a una investigación, publicada en el International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, cuyos resultados señalaron que por cada hora adicional que los niños de entre 2 y 4 años pasan frente a la televisión, su cintura aumenta medio milímetro de circunferencia.
Hoy, un nuevo estudio revela otro riesgo para los más pequeños que pasan largos lapsos de tiempo frente al televisor: un aumento en la probabilidad de convertirse en sociópatas.
María Alesandra PámanesEl verano pasado aludimos a una investigación, publicada en el International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, cuyos resultados señalaron que por cada hora adicional que los niños de entre 2 y 4 años pasan frente a la televisión, su cintura aumenta medio milímetro de circunferencia.
Hoy, un nuevo estudio revela otro riesgo para los más pequeños que pasan largos lapsos de tiempo frente al televisor: un aumento en la probabilidad de convertirse en sociópatas.
Y es que esta investigación, publicada en la revista científica Pediatrics, indicó que son más propensos a experimentar emociones negativas, desarrollar rasgos de personalidad agresiva e incluso a padecer Trastorno Antisocial de la Personalidad o sociopatía si ven mucha televisión.
Y no solo eso, cuando crecen, podrían también manifestar comportamiento antisocial y criminal.
Este estudio fue conducido por expertos de la Universidad de Otago, con la participación de mil niños de Nueva Zelanda y el análisis duró 10 años.
Cada dos años –cuando los niños tenían entre cinco y 15 años– se les preguntó cuánto tiempo pasaban viendo la TV y así se comprobó que los que más lo hacían, fueron más propensos a ser sociópatas.
“Los niños que veían mucha televisión resultaron más propensos a desarrollar una conducta y unos rasgos relacionados con la personalidad antisocial”, dijo Lindsay Robertson, coautora del estudio.
Además, el riesgo a tener una condena penal –ya siendo adultos– aumentó un 30 por ciento con cada hora adicional en el promedio semanal que el niño pasó frente a la pantalla.
Una o dos horas de televisión –de calidad– es lo que recomienda la Academia Americana de Pediatría. Así que si tienes hijos, sobrinos o hermanos pequeños, regula su horario de televisión, así como la programación a las que están expuestos.
Un riesgo a todo color