No es novedad que los tuits de millones de usuarios sean utilizados para conocer, a través de un algoritmo, el estado emocional de los habitantes de una región en particular o que se empleen como termómetro analizar en tiempo real la evolución de la gripe a nivel global, por ejemplo.
Pero precisamente por el valor de esta plataforma de microblogging como fuente de información para el estudio de patrones relacionados con la salud y el comportamiento humano, Twitter hará disponibles a los científicos todos los tuits publicados desde 2006, para que los mismos sean utilizados como una herramienta de investigación, reportó Scientific American.
Sin embargo, la revista científica argumenta que si bien el anuncio es emocionante, éste plantea algunas cuestiones polémicas como, por ejemplo, si la compañía conservará algún derecho legal sobre los resultados científicos o si el uso de Twitter como herramienta de investigación es una práctica ética, si se considera que los usuarios no tienen la intención de participar en los estudios.
Aunque estas preocupaciones fueron abordadas por los epidemiólogos computacionales Caitlin Rivers y Bryan Lewis, del Instituto de Bioinformática de la Universidad Tecnológica de Virginia, en una publicación de febrero de este año sobre el uso ético de Twitter.
Entre las directrices propuestas, los expertos señalan que “para preservar el anonimato de la fuente, citas directas o los nombres de pantalla no son publicables, ni tampoco lo son cualquier detalle que pueda utilizarse para identificar a una persona”. Y que “los investigadores no pueden seguir a un usuario de Twitter para obtener acceso a su cuenta protegida. Si lo hacen, estarían violando los esfuerzos del usuario para controlar su información personal”.