De México se conoce la alegría de su gente, la belleza de sus playas, la riqueza de su cultura y el sabor de su gastronomía. Pero en el extranjero también se habla de la inseguridad, corrupción, violencia, delincuencia, desigualdad y de la inestabilidad económica de la nación.
Entonces, ¿qué le ven los turistas a México? En el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), la imagen del país se vio afectada por las alertas emitidas por otras naciones, perjudicando directamente al turismo.
También hacía falta posicionar a México como marca. Actualmente, México está en la sexta posición como marca, por debajo de Perú y Chile, de acuerdo al Country Brand Index América Latina.
El mencionado índice señalaba que “dentro de la dimensión ‘Calidad de vida’, México ocupa el noveno lugar, y especialmente en ‘Seguridad’ queda mucho trabajo por hacer: el crimen organizado y el tráfico de droga, la violencia que emana de ellos y la percepción de corrupción, generan un combo que no colabora en una percepción positiva de la ‘Calidad de vida’”.
Además de mejorar su imagen frente al mundo, a México le hace falta tener mejor clasificación hotelera, un referente que sí toman en cuenta los viajeros.
Y, sin embargo, pese a casos como la desaparición forzada de Iguala de 2014, el turismo en el país parece tener un mejor panorama y las cifras de visitantes han ido en aumento.
Cada vez hay más turistas provenientes de otros países, ya que hasta 2014, el 70 por ciento correspondía a visitantes de Estados Unidos, de acuerdo a la revista Forbes.
De hecho, la Secretaría de Turismo y la Universidad de Anáhuac, estiman que tan sólo en 2016, México recibió a 35 millones de visitantes, lo que equivale a un crecimiento de 9 por ciento anual.
Francisco Madrid, director de la Facultad de Turismo y Gastronomía de dicha institución señaló durante la sexta Conferencia Anáhuac-NRM “Perspectivas turísticas para México”, en 2016, que el turismo en el país estaba mejorando a causa de tres razones, “(…) una es la economía de Estados Unidos, una mejor percepción de la imagen de México fuera del país y el esfuerzo continuo de la industria turística, el matiz adicional viene colgado de la devaluación”.
A su vez, situaciones de pánico en lugares como Turquía han hecho que México escale y se coloque en el octavo sitio en el ranking de atracción turística a nivel mundial, sólo por debajo de Francia, Estados Unidos, España, China, Italia, Alemania y Reino Unido, de acuerdo a la OMT.
‘Welcome to México’
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, parece seguir firme en su decisión de erigir un muro en la frontera con México. Aunque ello conlleva a distintos problemas a nivel político, social, económico y migratorio, el turismo –y la inversión– por parte de otros países podría tener una oportunidad inigualable.
Las puertas del país están abiertas tanto para Estados Unidos como para otras naciones, con o sin divisiones fronterizas como la que propone Trump.
A la par, el incremento en el turismo en México también es una oportunidad para que se destinen recursos para la promoción de destinos nacionales que no se conocen o no son populares entre la oferta a los extranjeros debido a la falta de inversión para su promoción.
No sólo hay playas
Si bien las playas mexicanas no son como ningunas otras en el globo terráqueo, al país le hace falta mayor diversidad en su oferta turística.
“Creo que desperdiciamos el gran impulso de la afluencia cuando no podemos capitalizarlo para darle al viajero una experiencia rica en cultura y que no sólo sea de sol y playa, sino que hay una serie de servicios que hay complementar para que la experiencia tenga una mayor riqueza”, dice en Forbes Leticia Armenta Fraire, directora del Centro de Análisis Económico del Instituto Tecno – lógico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).
A su vez, algunas ciudades (incluidos los principales destinos turísticos), aún necesitan mejor infraestructura de transportación, diversificación de sus servicios y eliminar los estigmas que se han forjado a raíz de la delincuencia y la inseguridad.