¿Tu celular escucha lo que hablas? Así funciona la publicidad en tu dispositivo móvil

Tuviste una conversación sobre un viaje y poco después comenzaste a ver publicidad de vuelos; ¿es porque tu teléfono te escucha?
José Andrés Velázquez José Andrés Velázquez Publicado el
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Seguramente te ha pasado lo siguiente: platicas con alguien sobre un viaje o el interés que tienes en comprar algo. Acto seguido, comienzas a recibir publicidad sobre ese tema en tu celular. ¿Esto se debe a que nuestros dispositivos escuchan nuestras conversaciones?

¿Alguna vez te has preguntado cómo funciona el algoritmo que nos ofrece publicidad en diversas aplicaciones a partir de búsquedas que realizamos? Ahora veremos los principales aspectos de este sistema que influye en lo que vemos en las redes sociales y en otros sitios web.

Antes que nada es importante entender qué es el algoritmo. Se trata de un conjunto de reglas o instrucciones que determina qué tipo de contenido se muestra a cada usuario en función de sus intereses, preferencias y comportamiento.

El algoritmo analiza la información que recoge de las aplicaciones, como los datos personales, las búsquedas, los clics, el tiempo de permanencia, las interacciones, los contactos, la ubicación y otros factores.

Su objetivo precisamente es ofrecer publicidad relevante y personalizada que pueda generar más engagement, conversiones y ventas para las empresas que la contratan. Así, las aplicaciones pueden monetizar su servicio y ofrecer una mejor experiencia a sus usuarios.

¿Nos escucha nuestro teléfono?

Que recibas publicidad sobre temas que conversas no quiere decir que tu teléfono te escuche. En realidad ni siquiera es necesario, porque probablemente previamente ya le diste toda la información que necesita de ti para construir un perfil publicitario.

La mayoría de las personas otorgamos nuestra información a diversas aplicaciones y sitios al aceptar las que las llamadas “cookies” rastreen nuestras actividades en línea. Es decir, cada vez que una página pregunta si aceptas su uso de cookies y aceptas sin más, obsequias tus datos.

Por ejemplo, las “cookies de origen” permiten a los sitios web “recordar” ciertos detalles sobre nuestra interacción con el sitio. En este sentido, las cookies de inicio de sesión le permiten guardar sus datos de inicio de sesión para que no tenga que volver a ingresarlos cada vez.

Si bien algunas cookies son necesarias, hay otras que pertenecen a terceros creadas por dominios fuera del que visitas en un momento determinado. Normalmente se tratan de empresas de marketing en asociación con el sitio web en cuestión.

“Este último alojará los anuncios del vendedor y le otorgará acceso a los datos que recopila de usted”, explicó en  The Conversation Dana Rezazadegan, profesora de la Universidad Tecnológica de Swinburne.

A partir de esta información, el anunciante puede construir una imagen de nuestras vidas. Esto incluye nuestras rutinas, deseos y necesidades. También les ayuda a medir la popularidad en función a factores como edad, sexo, altura, peso, ocupación y pasatiempos.

Por increíble que parezca, realmente las grandes empresas pueden averiguar toda esa información a través de lo que se conoce como huella digital. Y lo hacen con una precisión que podría llegar a ser incluso aterradora.

En este sentido, el teléfono no necesita “escucharnos” para conocernos. Puede hacerlo sencillamente a través de nuestra actividad en redes sociales y los sitios que visitamos.

Por ejemplo, si comenzamos a interactuar más con videos relacionados a rutinas de ejercicios, el algoritmo aprenderá a enviarnos anuncios relacionados con este mismo contenido.

¿Cómo proteger mi privacidad de mejor manera?

Para evitar estos inconvenientes, podemos tomar algunas medidas para limitar la publicidad que nos muestra el algoritmo:

  • Bloquear los permisos que ofrecemos a las aplicaciones: podemos restringir el acceso a nuestra información personal, nuestra ubicación, nuestro micrófono o nuestra cámara.
  • Configurar nuestra privacidad: podemos ajustar las opciones de privacidad de cada aplicación para controlar qué datos compartimos y con quién.
  • Usar herramientas de bloqueo: podemos instalar extensiones o aplicaciones que bloquean la publicidad no deseada o que nos permiten elegir qué tipo de anuncios queremos ver.

Recuerda que puedes ejercer tu derecho a decidir qué información recibes y cómo la recibes. También tienes derecho a proteger tu privacidad.

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