Capote, el autor que criticó la banalidad del periodismo y la rigidez de la literatura

Hace 100 años nació en Nueva Orleans, Luisiana, uno de los escritores que ha definido la literatura y el periodismo contemporáneo: Truman Capote (30 de septiembre de 1924- 25 de agosto de 1984).

Autor de A Sangre fría,  una de las novelas inaugurales de la no ficción, Capote esculpió a lo largo de 30 años, casi siempre al borde de la polémica, un estilo propio que sigue teniendo resonancias en esos dos territorios creativos que fusionó con maestría.

“La aportación de Capote implica cuestionar la banalidad del periodismo, la forma en que se acerca a lo que llamamos la “realidad”. A sangre fría, y otros de sus trabajos, parecen reprochar la fugacidad del diarismo y la forma en que un reportero pasa de un tema a otro o un conductor de noticias presenta con un seño de dolor la noticia de una masacre, y unos segundos después, con una franca sonrisa el resultado de un encuentro deportivo o a un cantante”, comparte con Reporte Índigo el escritor y periodista Omar Nieto.

El también editor, que participó ayer en el homenaje virtual convocado por la Casa Universitaria del Libro (CASUL- UNAM), añade que en la literatura también su huella es profunda porque “hace ridícula la idea de que la buena literatura sólo puede ser tal cuando procede de un acto de imaginación”.

“Como lo dijo en una entrevista, la supuesta ficción de su novela Desayuno en Tiffany´s  y la no ficción de A sangre fría eran la misma cosa porque procedían de su necesidad de hacer un experimento literario, no periodístico. ‘Lo importante para mí son los experimentos literarios en estilo’, dijo. De esa forma, Capote dotó al periodismo de profundidad y a la literatura de rigor y sentido de experimentación”.

¿Cuál es el estilo literario de Capote?

Criado por los parientes de su madre en Alabama, Capote comenzó a escribir desde los 11 años, publicó sus primeros textos en las revistas literarias de su High School; aún siendo estudiante universitario, trabajó para la revista The New Yorker y con 21 años publicó sus primeros relatos. En 1948, salió a la luz su primera novela, Otras voces, otros ámbitos, un relato con tintes autobiográficos sobre un hijo que busca a su padre y su propia identidad homosexual.

Desde ahí, el autor emprendió un camino literario que lo convirtió en uno de los principales estilistas de la prosa de Estados Unidos y responsable  de desvanecer las fronteras entre literatura y periodismo.

Nieto, autor de El juego secreto de Moctezuma (Harper Collins) y Las mujeres matan mejor (Joaquín Mortiz), describe el estilo de Capote como “la prosa de los monstruos perfectos”, en referencia al primer capítulo de su libro Plegarias atendidas. En ese prólogo, precisa el escritor,  el editor Joseph M. Fox recupera varios de los dichos de Capote que confirman que lo que más le importaba en su obra de no ficción era la parte estética más que la periodística:

“A Capote le interesaba más la forma que el fondo, es decir, su prioridad era su estilo y no el tema, aunque el periodismo crea lo contrario. ‘¿Qué se esperaban? Soy un escritor y me sirvo de todo. ¿Es que esa gente se pensaba que me tenían para entretenerles?’, dijo en una entrevista. Así, su experimento en A sangre fría responde más a la intención de crear una nueva literatura basada en hechos reales que en hacer una investigación periodística”.

La iconica novela sobre el brutal asesinato de una familia en una pequeña comunidad de Kansas es un claro ejemplo de ello, pero para Omar Nieto esa intención también queda de manifiesto incluso cuando Truman Capote se sumerge en las vidas del espectáculo, la cultura o la política. “Su estilo consiste en escribir con una sencillez y claridad que logran dar profundidad a la oscuridad de las personas de la vida real, lo mismo un artista que un asesino”.

¿Por qué Truman Capote fue despreciado por la alta sociedad neoyorkina?

“Soy alcohólico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio». Así se describía Capote en su libro Música para camaleones, con lo que se ganaría el adjetivo de excéntrico y hedonista. Para muchos, fue esa personalidad  la que le abrió las puertas a la farándula  y la alta sociedad neoyorkina, donde llegó a ser amigo de mujeres millonarias cuyas vidas atormentadas e inseguridades retrató luego en su artículo La Côte Basque 1965, en la revista Esquire. 

Ese polémico texto, que era parte de su novela  Plegarias atendidas, le valió el desprecio de la jet set estadounidense y la anécdota es frecuentemente citada para ilustrar la personalidad compleja del autor.

Omar Nieto considera que, más que un excéntrico, Capote fue un hombre que no logró dejar atrás su desdichada infancia.

“Truman Capote sufrió muchísimo. Tuvo una infancia terrible pues sus padres se separaron cuando él tenía tan sólo dos años. Su madre solía encerrarlo en un clóset mientras sostenía encuentros románticos con varios hombres. Su padre fue un alcohólico que se desentendió de él quizá desde su nacimiento. Yo creo que ese sufrimiento lo llevó a vivir en los extremos todo el tiempo”.

“Más que excéntrico creo que nunca superó ese sentimiento de claustrofobia, violencia y abandono. Por esa razón, la empatía que sintió por los dos asesinos de A sangre fría, encarcelados y ejecutados en su presencia, lo hizo confrontarse consigo mismo, con ese niño aterrorizado de dos años en aquel clóset en medio de la oscuridad y el estruendo”, añade.

Una condición que es identificable en su obra.  “Su literatura y su concepción profunda del periodismo tienen ese halo de fatalidad y profundidad humanas, incluso cuando el tema es la banalidad y el glamur”, dice Nieto.

Homenajes

En México, diversas instituciones realizaron actividades para conmemorar los cien años del escritor.

Ayer, la Casa Universitaria del Libro de la UNAM publicó videos conmemorativos con la participación de los escritores Iván Ríos Gascón y Omar Nieto, así como del editor y poeta Víctor Cabrera.

En ese recinto el 10 de octubre también se llevará a cabo la mesa de conversación “Entre el periodismo y la literatura: Truman Capote”, con Brenda Ríos y Raquel Castro.

Sus obras imperdibles

• A sangre fría (1966)
• Desayuno en Tiffany`s (1958)
• Otras voces, otros ámbitos (1948)
• Música para camaleones (1980)
• Plegarias atendidas  (1987)
• Retratos (Anagrama, 2018)