Las autoridades canadienses justifican y permiten la cacería de focas explicando el valor cultural que tiene para las comunidades nativas Inuit, la supuesta sobrepoblación o que acaban con el bacalao de las zonas costeras en el Atlántico o al Norte de Canadá.
La organización defensora de los derechos de los animales, Peta Latino, ha lanzado una campaña en internet para reunir firmas y pedirle al presidente de Canadá, Justin Trudeau, que detenga la matanza de estos animales, que en muchas ocasiones tienen semanas de haber nacido.
Aunque en 35 países de la Unión Europea se ha prohibido la importación de productos derivados de estos animales, la matanza de focas todavía tiene como propósito la creación de aceite para emplearse como lubricante de máquinas o para utilizar su piel en productos para el vestido. Sin embargo, desde que se evidencia la forma en que se asesinan estos animales, su utilización y popularidad disminuyó a nivel mundial.
De acuerdo con el Departamento de Pesca y Océanos de Canadá, en el 2016 el comercio de focas generó solamente 1.6 millones de dólares, muy por debajo de los 34 millones que se obtuvieron una década antes.
Sin embargo, la caza de estos animales no cesa, pues en 2017, en el país canadiense la cacería dio inicio el 28 de marzo, dos semanas antes de lo previsto, por lo que los cazafocas pudieron haber matado individuos más jóvenes.
Ante esta situación, el demócrata canadiense y presidente de la organización Fish-NL, Ryan Cleary, la calificó como “una gran noticia para los cazadores de comunidades rurales”.
La organización de comunidades nativas Inuit Tapiriit Kanatami indica en su sitio web que la cacería de focas tiene una carga importante para sus comunidades. “La práctica en una tradición que honra la vida cotidiana de nuestros Inuit, demostrando habilidades de cosecha individuales y expresando orgullo e identidad de la cultura”, se lee en el sitio de la organización conformada por 60 mil nativos.
En tanto, otro de los argumentos en pro de cazarlas es la sobrepoblación y su consumo de bacalao, el cual ha sido refutado por estudios que estipulan que el consumo de ese pez implica un poco porcentaje en la dieta de las focas.
Justin Trudeau tiene ante sí la oportunidad de ser un mandatario perfecto, pues muchas ovaciones ha recibido por su gobierno progresista y compasivo con causas sociales. En tanto, Peta Latino, le ha pedido que ya que su nación está a punto de cumplir 150 años de existencia, evite la mancha sangrienta que significa la matanza de focas, terminando con los subsidios federales para realizar estas acciones.