Trino explora la humanidad con su nuevo libro Las crónicas marcianas

El libro reúne tiras cómicas sobre extraterrestres y emplea el humor para reflexionar sobre las inquietudes contemporáneas. En entrevista, el autor cuenta que, aunque su carrera comenzó en medios impresos, ha sabido adaptarse a nuevas plataformas
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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A diferencia de figuras como Rius o Quino, quienes se mantuvieron fieles a su papel de moneros hasta el final, Trino reconoce que su carrera tomó un rumbo distinto, en el que el humor se manifiesta de maneras que trascienden la tinta y el papel.

En lugar de aferrarse a un solo medio, el caricaturista aprendió a adaptarse a diferentes lenguajes y plataformas: desde el podcast hasta la animación, pasando por la radio y otros proyectos que surgen constantemente. En esta dinámica, lo que antes era su sello personal, la tira cómica, ha cedido el paso a un abanico de opciones que, aunque distintas, siguen alimentando su esencia creativa.

“Me he dado cuenta que ahorita no podría vivir como caricaturista, pero me he desenvuelto en otros parámetros que tienen que ver con el humor. Tengo otros proyectos que no tienen que ver con hacer las tiras cómicas, ya no voy a morir como monero, voy a morir como un humorista que se dedicó al multitasking”, expresa en entrevista con Reporte Índigo a propósito de su más reciente libro ilustrado titulado Las crónicas marcianas de Trino. Alienígenas e integrados (Aguilar, 2024), un compendio de la popular tira cómica que nació a mitades de los años 90 y que cumple 30 años.

Conoce el nuevo libro de Trino

En Las crónicas marcianas, Trino también presenta una recopilación de tiras publicadas entre 2005 y 2007, con el fin de ofrecer una reflexión mordaz sobre la fascinación humana por lo extraterrestre y el sentido de la existencia. El libro, que compila diversas colaboraciones que el autor realizó en medios nacionales, refleja su estilo característico: humor irreverente y, a menudo, surrealista, donde la sátira y la crítica social se entrelazan con el absurdo.

El tema de los extraterrestres se convierte en un vehículo para explorar las ansiedades humanas, como el miedo a la soledad y el afán de encontrar respuestas sobre el origen de la vida.

Trino, quien se declara un “no creyente” de los extraterrestres, aborda este tema con una mezcla de escepticismo y humor. Según él, aunque existe la posibilidad de que haya vida en otros planetas, esta no necesariamente tendría que ser en la forma humanoide que muchos imaginan.

“Todo el mundo habla de si estamos solos en el universo, y eso me da muchísimo tema para poder reírme de esa situación que puede ser angustiante. Son tiras que me llaman mucho la atención porque todo el mundo habla de si estamos, o no, solos en el universo y eso me da muchísimo tema para poder reírme.

“Soy un no creyente de los extraterrestres; sin embargo, puedo pensar que si hay vida en otros planetas, no sé si es de la manera en que la que creemos, no necesariamente tienen que ser seres con nuestra forma, humanoides y demás. Es algo que me abruma mucho, pero, a la vez, con el humor se me quita. Hay que hablar de los extraterrestres como en la época medieval hablaban de los de las hadas y los dragones”, explica.

El caricaturista utiliza a los extraterrestres como una metáfora de la humanidad misma. En un momento en el que la civilización enfrenta crisis globales, como las guerras y la polarización política, el humor se convierte en una herramienta para sobrevivir a la desesperanza.

Somos una sociedad muy egocéntrica, y pensar que en esta galaxia somos los únicos, pero existe alguien más, es una necesidad de sentirnos menos solos”, reflexiona.

Un trabajo con crítica social

Trino reflexiona sobre el momento que enfrenta la humanidad, marcado por una creciente polarización global, como la guerra entre Ucrania y Rusia, y las tensiones internas que dividen a países como México y Estados Unidos.

“Somos una sociedad muy poco humana, ahorita mismo lo estamos viendo entre Ucrania y Rusia; hay polarización en México, Estados Unidos y en todas partes. Se siente que va a haber algo violento, porque estamos en un retroceso total en las ideas, hay gente que sigue pensando que la Tierra es plana; pareciera que vamos en un retroceso, como en una idea muy primitiva de lo que somos”, piensa.

Trino y el humor en la época de censura

Para Trino, el humor es la columna vertebral de su trabajo, la energía que lo impulsa a seguir creando. Lejos de ser una persona que esté todo el tiempo haciendo chistes, esta herramienta se presenta más bien como una forma de entender y sobrellevar la vida.

“Si no tengo humor, se acaba mi trabajo. No es que todo el tiempo esté contando chistes, pero trato de llevar la vida con ligereza. Con responsabilidad, sí, pero también con sentido del humor”, comenta.

A lo largo de su carrera, ha rechazado el humor agresivo o de bullying, proponiendo una visión más empática y reflexiva. Para él, el verdadero reto es hacer reír sin caer en el dolor ajeno, sino utilizando el humor como un espejo de nuestras propias imperfecciones.

El humor tiene esa gran virtud de reírnos de nuestra desgracia, pero no de la desgracia del vecino. Si te burlas de ti mismo, tienes toda la validez para hacer humor”, afirma.

El trabajo del historietista también es una mirada crítica al avance tecnológico y los medios de comunicación, que han transformado la forma en que la gente consume información y entretenimiento.

Si bien en el pasado sus tiras cómicas eran publicadas en grandes periódicos, ahora las redes sociales y los medios digitales representan el nuevo terreno para su labor.

“No me gusta pensar en lo políticamente correcto, es muy aburrido, pero sí hay un filtro”

“Cuando miro mi trabajo, en general, siempre lo veo bien, porque digo ‘mira, sí estaba en forma y hacía cosas chidas. Antes estaba muy bien pagado lo que hacía y entonces publicaba muchas cosas y estaba como maquinita haciendo tiras cómicas; ahora se reduce a, si antes hacía a la semana 25 tiras, ahora hago cinco.

Entonces sí se ha reducido muchísimo el espectro de cómo veo las cosas a la distancia, con mucha nostalgia de volver a tener ese ritmo y ese dinero que me pagaban. Antes estaba en un periódico que me pagaba por la exclusividad y ahora ya no.

“Ahora el medio está cambiando, todo es electrónico, y es triste porque el papel impreso tenía lo suyo, pero creo que es irreversible. Hay que pensar en los medios de otra manera y hay que adaptarse a estas nuevas tendencias”, opina.

Su obra en el futuro

Si el trabajo de Trino estuviera guardado en una cápsula del tiempo, sería, a decir del caricaturista, como un recordatorio de cómo los seres humanos seguimos destruyendo el planeta.

“Yo vería mi trabajo como alguien que estaba haciendo algo que podía trascender el tiempo y podría repetirse, porque los seres humanos somos unos cretinos que estamos acabando con el planeta, y había alguien que lo estaba puntualizando. A lo mejor, él se estaba dando cuenta que esto iba a doler, y nadie lo escuchó”, reflexiona.

 

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