Cerrucha es incisiva en lo que hace: arte y activismo con enfoque de género. Sabe que cada una lucha por los derechos de las mujeres desde su trinchera y con esta palabra decidió nombrar a su creación más reciente.
Desde la tercera semana de marzo, las fotografías de más de 100 mujeres, incluida ella, cubren los nueve vagones de un tren del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro. El convoy recorre la Línea 1, que va de Pantitlán a Observatorio, y la obra continúa al salir de la estación Insurgentes, en el Metrobús.
“Trinchera consiste en una línea de mujeres, niñas, jóvenes y bebés, todas tomadas de las manos o con alguna forma de unidad. El chiste era hacerla muy grande, lo más que se pudiera. Estamos presentándonos como un frente, como el que muchas veces hacen los granaderos” menciona en entrevista con Reporte Índigo.
La edición de 2016 de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) reveló que, a lo largo de su vida, 34.3 por ciento de las mujeres ha experimentado algún tipo de violencia sexual en espacios públicos.
“Es un mensaje para todas las partes. Para las mujeres que están en el espacio público utilizando el Sistema de Transporte Colectivo, es decirles que nos estamos uniendo y nos podemos sentir más seguras. Y por otro lado, para quien lo vea y sea un violentador”, expresa.
A esto le llama utilizar de forma consciente el poder de transformación del arte.
“A diferencia de una campaña contra el acoso que yo ya sé que es algo que tengo o no tengo que hacer, a la que puedo oponer más resistencia si trae los logos institucionales, el arte evoca muchos de los sentidos y puede hacerte cambiar”, argumenta.
Tiempo de Mujeres, la idea de Trinchera
La idea de Trinchera surgió en 2018, cuando Cerrucha participó con la pieza Estamos unides, una línea de mujeres fotografiadas en tamaño real que formó parte de la exposición Deconstruyéndonos, en las vitrinas del Metro.
“Una chava me escribió a mi cuenta de Instagram, me dijo ‘yo he sido violentada en el Metro, siempre me siento tensa cuando paso por ahí. Hoy vi tu obra y me resignificó el espacio’”, relata.
Este 2020 Cerrucha fue una de las más de 400 artistas, académicas, investigadoras, activistas y deportistas que participaron en marzo en la segunda edición de Tiempo de Mujeres. Festival por la Igualdad, organizado por el Gobierno de la Ciudad de México.
“Estuvimos en contacto con las organizadoras, me dijeron ‘¿por qué no nos propones un proyecto?’ y yo ya tenía pensado hacer algo grande en el Metro. Lo íbamos a sacar para el 8M pero no sucedió porque era muy rápido”, comenta.
En un mes, Cerrucha realizó la pre y postproducción de Trinchera y consiguió que su obra perdure en el tiempo, pues no hay fecha para retirar las fotografías del tren, hasta que se caigan.
“Decidí hacer un llamado a participación muy rápido. Llegaron jóvenes, niñas y bebés a hacer sesiones de fotografía en mi estudio. Logramos que hubiera mujeres de diferente índole, por ejemplo, que tienen una prótesis, con discapacidades físicas o cognitivas, trans, de distintas profesiones, estratos económicos, tonos de piel, diversidad en edades, en cuerpos”, enlista.
Ninguna imagen fue retocada, pues la idea es que las participantes se acepten tal cual. Además, intercambiaron contactos y escribieron por qué se sumaron al proyecto.
“Estuvo bonito porque les di un espacio para que ellas se expresaran. Por ejemplo, si tú te quieres encapuchar, usar tu vestido de flores, anotarte algo en tus brazos, no te voy a censurar. Ellas se mostraron como quisieron y obviamente se sienten parte de algo más grande, están emocionadas de tomar estos espacios donde se nos violenta de manera constante”, cuenta.
Artivista feminista
Cerrucha cursó la licenciatura en Fotografía en la Universidad Concordia en Montreal, Canadá. También cuenta con estudios en teoría, género y sexualidad por el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir y en Sociología y Diseño Industrial.
“Cerrucha es un término que yo creé hace ya más de 10 años para combinar algunas de mis iniciales y una definición al respecto. Se me fue quedando porque me gusta separar mi vida muy personal de mi trabajo, en el sentido de que prefiero que se sepa ese nombre”, confiesa.
En su página oficial se define como una artivista feminista, vocablo que surge de la unión de arte y activismo.
“No me defino 100 por ciento activista, tampoco soy ese tipo de artista que hace cosas que son sumamente estéticas o meramente formales. Me interesa que la obra tenga un discurso político muy consciente y que esté dirigido. Estoy en este espacio que no es uno ni otro, pero también es ambos”, explica.
Por ejemplo, su propuesta resultó seleccionada para el Memorial para Lesvy y las Víctimas de Feminicidio inaugurado en la Fiscalía General de Justicia el 25 de noviembre de 2019.
Asimismo, la fotografía, el performance y la intervención del espacio público caracterizan a su obra y la participación ciudadana es un elemento clave en sus prácticas artísticas.
“En el último año hemos visto la importancia de estar en el espacio público, de la manera en que lo consideremos pertinente, con o sin permiso. Me parece importante ver todo esto como una unidad, Trinchera es otro tipo de manifestación que se suma a las marchas de descontento, de protesta, yo no me disocio de este movimiento social que las aglomera”, afirma sobre el artivismo feminista.