Tremor, docuficción sobre ansiedad y la salud mental
Este cortometraje de docuficción, dirigido durante la pandemia de COVID-19 por Ricardo Vela, refleja la ansiedad que provocó el terremoto del 7 de septiembre en Karen Daneida, la protagonista
Luz Rangel“No puedo ocultar la presencia de mis dolores porque me causa ansiedad”, es lo primero que pronuncia Karen Daneida, la protagonista del cortometraje Tremor.
Luego confiesa que tiene la enfermedad del nuevo siglo: trastorno de ansiedad. Y entonces describe los síntomas de este problema de salud mental: agitación, visiones, vértigo, llanto.
Tremor es una contracción que involucra oscilaciones o espasmos de una o más partes del cuerpo. También se le conoce así a la vibración con la que inicia un temblor, como el terremoto del 7 de septiembre de 2017.
“Esa noche, lo primero que escuché fue el sonido de la tierra crujir”, menciona en la docuficción.
A pesar de que vive en la Ciudad de México, ese día estuvo en su natal Salina Cruz, Oaxaca, cerca del epicentro. Pero no fue hasta ahora, con la pandemia de COVID-19, que escribió un relato sobre su experiencia y se convirtió en el guión de Tremor.
“En aquel momento no tenía la idea de hacer algo al respecto después de esa experiencia que fue muy fuerte, hasta un tanto traumática. Yo no había cachado del todo lo que me había afectado, hasta que lo escribo”, cuenta la actriz en entrevista con Reporte Índigo.
El texto era un ejercicio de un taller de escritura de cabaret. Era 2020, cuando en México ya había un aumento en los casos y muertes por coronavirus, y entonces redactó su experiencia del sismo, que seguía vívida y presente a pesar de que había ocurrido hace casi tres años.
“Yo tuve un diagnóstico en 2013 de trastorno de ansiedad. Habían pasado varios años en los que no me ocurría una crisis, pero con toda esta situación global me vino una. Pensaba en mi trabajo, también en mis papás que viven solos en Salina Cruz”, expresa.
La historia que cuenta Tremor es la del sismo del 7 de septiembre. Pero la motivación dentro y fuera del corto es la ansiedad, la cual también fue provocada por la explosión de un tanque en la Refinería Antonio Dovalí Jaime días antes.
“Da mucha pena decir ‘yo tengo un trastorno mental’, pero hablarlo nos hace quitar muchos estigmas sobre el tema y las personas. Yo lo reprimía pero ahora, conscientemente, creo que la salud mental es un tema que hay que tocar”, afirma.
El 8 de marzo fue reconocida como parte de las #MujeresCreadoras por la Secretaría de Cultura y en el marco de la campaña nacional “Contigo en la distancia”, Tremor fue presentado.
“Es importante tener una perspectiva de género al abordar esta temática de la salud mental, lo personal es político”, argumenta.
Un proceso de creación en pandemia
Cuando Karen Daneida tenía listo el relato le contó a Ricardo Vela, quien dirigió Tremor, para contarlo de forma audiovisual. Ambos creadores se conocían desde 2019, pues trabajaron juntos en la obra de teatro Los caminantes.
“Teníamos otra temporada pactada con otro teatro, pero la pandemia canceló todo y a la fecha no la hemos podido retomar”, lamenta el también encargado del diseño de iluminación, edición y montaje.
Sin embargo, la emergencia sanitaria no impidió este otro proyecto. Daneida pensaba grabar con un celular, pero Vela se percató de que el cortometraje demandaba un trabajo profesional.
“Ella tenía la intención de hacerlo con un celular, pero conforme fuimos rebotando ideas, el mismo proyecto nos fue pidiendo más cosas. No era que pretendiéramos desde el principio que la producción fuera muy grande y llegara a todo lo que ha alcanzado ahorita”, explica.
Entonces, creció el equipo con Daniela Villegas en la dirección de fotografía y Mauricio Arias como asistente. En julio comenzó la preproducción y la grabación en agosto; fueron tres días de rodaje más uno de montaje previo y otro de desmontaje en la locación: una casa que estaba habitada.
“Cuando empezó el proceso de postproducción se volvió necesario que entrara alguien que hiciera un diseño sonoro. No lo habíamos contemplado, pero en la edición fue evidente que era necesario”, refiere sobre Estudio Lu Bidó’.
Vela adaptó el relato al lenguaje cinematográfico a través de sonidos e imágenes. El cortometraje sólo iba a durar ocho minutos de los 13 que son en total.
Sabíamos que no podíamos representar el terremoto porque no teníamos esos medios, pero abrazamos la angustia como hilo conductor. Por ejemplo, en el hecho de que no haya una causalidad evidente del todo entre los distintos escenarios nos habla de un relato dislocado”, evoca.
La pandemia tampoco permitió realizar el rodaje en Salina Cruz. Pero la ficción documental está llena de símbolos que aluden a la belleza de esta ciudad oaxaqueña y a sus desastres naturales, como el temblor, o artificiales, como la explosión.
“Ha sido un proceso muy intuitivo que contradice el hecho de que tienes que tener control total sobre la planeación. Nos sigue pidiendo cosas y nosotros se las seguimos dando, Tremor sigue”, dice en referencia a que el audiovisual forma parte de la Selección Oficial de Cortometrajes Categoría Experimental del Festival Internacional de Cine de Taxco 2021, cuyo concurso inicia el 23 abril.
Tremor, el primer audiovisual
Salina Artes es la empresa artística y cultural que produjo Tremor. Fue fundada en 2012 por Karen Daneida. Y desde entonces ha realizado conciertos, espectáculos teatrales y musicales..
“El equipo de Salina Artes es el que está activo en ese momento, ahorita es el de Tremor. Es nuestra primera producción audiovisual y lo digo así porque seguramente vendrá otra”, confía la fundadora.