Vacas abandonadas en Chernobyl se volvieron salvajes, descubren científicos tras 3 años de estudios
El accidente nuclear de Chernobyl que ocurrió en 1986 ha dejado secuelas durante más de tres décadas, pese a que la zona de exclusión establecida alrededor del reactor se encuentra deshabitada
Indigo StaffLuego de tres décadas y media de que ocurriera la mayor catástrofe nuclear de la historia de nuestro planeta en Chernobyl, la zona sigue aportando información a los biólogos.
Ahora, los científicos identificaron un extraño comportamiento del ganado vacuno que se encuentra en el lugar.
Los especialistas de la Reserva de Radiación y BIósfera Ecológica de Chernobyl observaron que los animales se habían organizado en manadas y presentaban un comportamiento diferente al que suelen tener los animales domésticos o que están en criaderos.
En una publicación de esta institución en redes sociales señalan que “la manada es diferentes a una rural: está estructurada, tiene unidad, actúa siempre de forma coherente y cuida más de los miembros más jóvenes. Además, los terneros eligen el lugar más seguro de la manada entre un macho adulto y las vacas”.
Las “vacas de Chernobyl” fueron estudiadas durante tres años. Durante este tiempo los biólogos de la reserva notaron que comenzaron a comportarse de manera similar al de los animales salvajes.
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Desde el año 2017, los biólogos de la reserva han observado los rebaños e identificaron que la manada estableció una jerarquía estricta entre sus miembros y se adaptaron perfectamente a las condiciones climáticas de la zona.
“En la reserva, las vacas domésticas ‘convertidas a salvajes’ aparecieron como resultado de la muerte de sus dueños en la aldea de Lubyanka (…) Después del accidente, se unieron a una manada de ganado salvaje alrededor del antiguo pueblo de Chistogalivka”, explican.
Los investigadores creen que estos animales pueden haber tomado los hábitos que en ese ecosistema tenían sus antepasados.
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 4 mil personas podrían morir de cáncer por culpa de este suceso, mientras organizaciones e investigadores calculan que podrían llegar hasta los 100 mil.