La compañía presentó dos obras que retratan los momentos trascendentes de la infancia y la vejez. Foto: Especial

Toutito Teatro explora la intimidad familiar a través del arte

El montaje de la compañía francesa transforma el vestuario en escenografía para mostrar la vida familiar y sus emociones sin diálogos

El vestuario se convierte en el eje central de Dans les jupes de ma mère (En las faldas de mi madre). En esta obra, la escenografía tradicional desaparece y es sustituida por los pliegues, los abrigos y las camisas que visten los dos actores Ádám Baladincz e Ixchel Cuadros.

Con ingenio y sutileza, estas prendas recrean la calidez de un hogar y los pequeños momentos que componen el día a día de una familia. No hay paredes ni puertas visibles, pero los gestos del elenco, la manipulación de sus trajes, y unos pocos objetos cotidianos permiten al público visualizar el desayuno que se sirve desde una falda, el volante del coche que surge entre los pliegues, y el patio de juegos que se despliega en la amplitud de un abrigo.

Sandrine Nobileau, directora de la obra, describe este montaje como un “espectáculo de bolsillo”, cuya premisa es narrar visualmente los rituales de un día que, aunque pueda parecer cotidiano, está lleno de significado: el primer día de escuela o guardería de un niño. Este día marca el inicio de una aventura para el pequeño y también una despedida emocional para los padres.

“En Francia, cuando pensamos en el primer día de escuela, solemos enfocarnos en el niño, pero los padres son los que realmente enfrentan el duelo de esa separación. Queríamos explorar ese momento desde una perspectiva más amplia, utilizando la poesía de lo cotidiano. El vestuario era perfecto para transmitir esa intimidad y transformación, sin necesidad de artificios escénicos complejos. Todo lo que ve el público está ahí, en la ropa, en los gestos de los actores”, comenta Nobileau a Reporte Índigo.

Las ofertas teatrales de Francia

La obra, que prescinde de palabras, encuentra su narrativa en el movimiento de los actores y en la relación simbiótica que crean con el vestuario. Cada gesto, desde servir el desayuno hasta prepararse para salir de casa, se convierte en una coreografía que evoca las emociones contenidas en estos pequeños rituales familiares.

El vestuario se transforma en la extensión de los personajes y sus emociones, creando un espacio abierto a la imaginación del público.

“Nos interesa jugar con la imaginación de los espectadores, dejarles espacio para que interpreten lo que sucede de acuerdo con sus propias vivencias. Esa libertad interpretativa es lo que hace que cada función sea única, porque cada persona verá una historia distinta”, narra la directora.

La simplicidad de la puesta en escena permite que el foco se mantenga en las emociones y en los pequeños detalles de la vida cotidiana, que cobran una nueva dimensión cuando son vistos a través de los ojos de un niño.

Nobileau destaca que uno de los mayores desafíos fue encontrar la manera de reflejar la complejidad emocional de los padres, quienes, aunque apoyan la independencia de su hijo, también enfrentan el miedo y la tristeza de verlo alejarse por primera vez.

“No queríamos caer en el dramatismo, pero sí mostrar cómo estos momentos, aunque pequeños, están llenos de poesía y significado”, añade.

La compañía fusiona teatro de objetos, marionetas, danza y artes plásticas

Teatro infantil que une a la familia en el Cervantino

La segunda pieza presentada en el Festival Internacional Cervantino, Monologue d’un chien bien coiffé (Un perro bien peinado), aborda el envejecimiento desde una perspectiva más ligera, aunque igualmente reflexiva. Ambientada en una peluquería para perros, la obra narra la vida de un perro anciano, Monsieur Monchien, que, mientras es arreglado, reflexiona sobre sus años de vida y su lugar en la familia.

“Queríamos hablar sobre la vejez sin caer en los estereotipos habituales. A través de este personaje, exploramos cómo los mayores pueden seguir siendo una parte vital de la familia, a pesar de las transformaciones físicas o sociales que enfrentan”, explica Nobileau.

La pieza sigue la misma línea de simplicidad visual y poética que caracteriza a la compañía, donde el foco se pone en la gestualidad y en el uso creativo de los objetos y el espacio escénico.

“No hay diálogos en nuestros montajes porque creemos que el lenguaje de las acciones y los objetos es suficiente para transmitir lo que queremos contar. Nos gusta que el público complete la historia con sus propias interpretaciones”, precisa.

Ambos montajes son presentados por la compañía francesa en el 52 Festival Internacional Cervantino, los cuales, tienen la finalidad de demostrar que la simplicidad puede ser poderosa cuando se utiliza con ingenio y sensibilidad.

El enfoque del trabajo de la compañía Toutito Teatro está centrado en la idea de jugar, similar a como lo hacen los niños, explorando constantemente diferentes puntos de vista y buscando nuevas formas de cambiar la realidad cotidiana. Este espíritu de juego les permite crear espectáculos donde predomina la interpretación libre del público, ya que evitan el uso de texto, ofreciendo en su lugar una experiencia abierta a la imaginación individual.

La compañía, que ha mantenido esta filosofía durante 17 años, confía en que esta libertad de interpretación sea clave para el éxito de su propuesta.

Sobre la compañía

Toutito Teatro está compuesto por artistas de diferentes orígenes (Francia, Chile y Hungría), unidos por la voluntad de integrar sus particularidades culturales en sus creaciones. Ixchel Cuadros y Sandrine Nobileau se conocieron en la Academia Teatral de la Unión del CDN de Limoges en 1999. Continuaron su formación en el Théâtre des Ailes de Budapest, donde conocieron a Ádám Baladincz.

En 2007, se reunieron en Baja Normandía en torno a un proyecto artístico común, orientando su trabajo hacia un público familiar y desarrollando progresivamente un teatro visual y gestual donde la transversalidad entre las formas se convierte en la línea directriz.

Datos sobre En las faldas de mi madre

Espectáculo para todo público a partir de dos años

  • Duración: 25 min
  • Creación: Toutito Teatro
  • Supervisión: Sandrine Nobileau
  • Interpretación: Ixchel Cuadros o Maria Eugenia De Castilla Camacho, alternando con Ádám Baladincz, Thomas Gornet o Maxime Dubreuil
  • Escenografía y vestuario: Alix Lauvergeat
  • Creación musical: Denis Monjanel
  • Diseño de iluminación: Franck Bourget
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