El arte y la cultura en México, a partir de la entrada de la llamada cuarta transformación (4T), pasaron a ser un tema que trastocó a los ciudadanos, ya que con el anuncio del recorte presupuestal se pensó que los apoyos y fondos económicos a este sector sería ampliamente cercenados.
Aunque el presupuesto destinado para Cultura este año fue de 12 mil 894 millones de pesos (alrededor de 520 millones menos que en 2018) el dinero que está destinado para las becas, fondos e incentivos artísticos ha quedado intacto desde la secretaría que representa Alejandra Frausto, o por lo menos así lo manifiesta Edgar San Juan, subsecretario de Desarrollo Cultural de la dependencia federal.
Después de que Reporte Indigo diera a conocer las inquietudes de miembros de la comunidad cinematográfica en torno al manejo de los fondos y estímulos administrados por el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), San Juan precisa que los recursos económicos están bajo resguardo y serán destinados conforme lo marca la ley.
“Mientras yo esté aquí, estarán totalmente blindados y te puedo asegurar que es la instrucción de esta administración, seguir apoyando la creación cinematográfica sin ningún tipo de obstáculo, estamos muy orgullosos de lo que ha hecho nuestro cine, es como un sueño”, enfatiza el subsecretario cultural.
El 2018 fue un año récord para la producción fílmica, ya que se realizaron 186 largometrajes, más que en cualquier otro momento, incluso superando las cifra de la Época de Oro, ahora el tema pendiente es revisar los estímulos y fondos, para mejorar su aplicación y también impulsar la exhibición nacional.
Reabrir las mesas de diálogo sobre los fondos
Los señalamientos vertidos por los cineastas para seguir operando con los recursos públicos son diversos, ante cada idea y propuesta indicada por los realizadores, San Juan explica que se volverán a abrir las mesas de diálogo entre la comunidad artística para reestructurar el Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción Cinematográfica Nacional (EFICINE), el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE) y el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE).
“Tenemos que llegar a una mesa de diálogo poniendo esas propuestas, como otras que también nosotros tenemos y que nos son súper importantes, por ejemplo, nosotros creemos que son los propios cineastas en activo, y quienes están solicitando los fondos, quienes evalúen los proyectos”, explica el también cineasta de profesión.
Los sexenios en donde un funcionario público aplicaba el dedazo para determinar quién sí y quién no podía acceder a una beca o recurso económico, quedaron atrás, asegura el subsecretario, porque dice que ahora es momento de dar la rienda a quienes por mérito propio se han ganado a pulso su trayecto profesional y ellos puedan otorgar los incentivos a los proyectos que tengan una calidad artística sobresaliente
“Ya no es el tiempo de ‘yo decido esta política pública y así se tiene que hacer, porque el funcionario en turno dice que hay que hacerlo así y está más chido’, ahora tenemos que crear un ejercicio de co-gobernanza con los cineastas (…) Creo que tenemos que basarnos en una meritocracia”, dice San Juan.
La laguna de la exhibición
En total, 186 largometrajes se hicieron en 2018 en México, pero esto no quiere decir que todos hayan alcanzado una exhibición en cines, ya que la competencia desleal que existe contra el cine estadounidense es abismal. San Juan admite que se busca un camino para darle espacio a lo hecho en el país.
Para contrarrestar esta queja crónica, que se ha hecho latente por parte de los cineastas y productores, San Juan ve que desde el Estado se aprovechan las salas alternativas y de la Cineteca Nacional, como sucedió con Roma (2018) a raíz de que las grandes exhibidoras se negaron a llevarla a sus pantallas.
“Roma lo que nos permitió hacer fue un mapa de las propuestas alternativas de exhibición, para que llegaran a otros públicos que tradicionalmente no llegan, aprovechando las ventanas que tiene el Estado y la Secretaría de Cultura y sus circuitos alternos, para exhibir nuestras producciones”, dice.
La (posible) evolución de FilminLatino
IMCINE intentó dar corte directo a la aplicación FIlminLatino en diciembre pasado, pero cuando esto ocurrió, la comunidad del séptimo arte se volcó en redes sociales para mostrar su descontento. A días del incidente, se dio a conocer que el portal y el programa seguirían vigentes, pero no se especificó cómo o hasta cuándo, por lo que San Juan dice que se podría migrar hacia una nueva plataforma en un futuro.
“La plataforma no alcanzaba el estándar que los usuarios exigían, no era tan buena, cuando vez como funciona Netflix o Amazon, que estás a un clic de tu peli, con Filmin todavía no se alcanzaba ese nivel de excelencia; entonces, creo que puede mutar hacia algo que satisfaga al consumidor y sobre todo a los cinéfilos. Se está trabajando en ello y estaremos en capacidad de ofrecer algo mucho mejor en breve”.