> Olvídate de las bebidas comerciales. Haz tu propio “pumpkin spice latte”. Además, te ahorrarás dinero. Necesitarás extracto de vainilla, azúcar (mascabado, de preferencia), especias (canela, jengibre, clavo y nuez moscada), puré de calabaza y tu leche favorita.
> Primero, los beneficios: es rica en minerales, antioxidantes, vitaminas A, E y C. Tiene un efecto diurético –más del 90 por ciento es agua– y es excelente fuente de fibra. Lo que la hace una buena aliada para las personas que suelen retener líquidos o sufrir de estreñimiento, y en programas para bajar de peso.
> Prepara puré de calabaza y utilízalo como topping en muffins o sobre rebanadas de tu pan favorito. Lo único que vas a necesitar es canela y calabaza (sin semillas).
> “Papas fritas” de calabaza: no necesitas otra cosa más que calabazas, aceite de oliva, sal y pimienta negra para sazonar. Incluso le puedes agregar cúrcuma. Toda la mezcla se va al horno.
> Dos platillos que no pueden faltar, pero cuya preparación mucho dependerá de tu gusto: pay de calabaza (puede ser la versión clásica o un poco más elaborada, con nuez o hasta chocolate) y sopa de calabaza. Un tip: no tires las semillas, guárdalas para tostarlas y utilizarlas como topping.
