Tiaré Scanda aporta su granito de arena a las telenovelas
Tras casi seis años, la actriz Tiaré Scanda regresa a las telenovelas con La Herencia; sin embargo, llega con otra mirada, ya que cree necesario cuestionar los mensajes que se presentan como los estereotipos de la belleza física
Karina CoronaPara la actriz Tiaré Scanda, las telenovelas han heredado parte de la cultura latinoamericana, la cual, opina, tiende al melodrama. Fue adquiriendo sus características desde los inicios de la radio, hasta la época del Cine de Oro mexicano, con personajes bondadosos o malvados, evolucionando hasta llegar al día de hoy, al mostrar las dificultades de una familia o historias de amor imposibles.
En entrevista con Reporte Índigo, Scanda resalta el papel de las telenovelas y las características de una mujer latinoamericana.
“Analiza a cualquier madre latinoamericana, cómo nos relacionamos con los hijos, algunas vamos a terapia y tratamos de no hacerlo, pero la verdad somos manipuladoras, muy chantajistas, a veces, muy víctimas y en una exageración de las emociones. En realidad ya no sabes qué fue primero, o nos educaron las telenovelas o las telenovelas se formaron a partir de cómo vivimos las emociones”, precisa.
Por ello, la también guionista, cree que en México la telenovela es un género clásico, y pese a que el público mayor es el que más lo consume por una “sensación de algo familiar”, también cree que las y los jóvenes gustan de este producto de entretenimiento.
Además, considera que actualmente, y debido a todas las plataformas digitales, la telenovela tuvo que reinventarse matizando un poco a sus personajes, haciéndolos más humanos y con motivaciones más lógicas.
“Televisa ha pasado por una etapa de exploración de mucha competencia, en algún momento fuimos monopolio, ahora ya no, tuvo que aprender de las nuevas tecnologías, llamar a los cineastas para que aporten su experiencia. En este proceso han descubierto que la telenovela en formato original sigue funcionando”, destaca la actriz, quien después de seis años de ausencia regresa a la pantalla chica con La Herencia, la cual se estrenó a finales de marzo por Las Estrellas.
Tiaré comparte que no había regresado a la pantalla chica porque no había llegado un proyecto que le atrajera.
No obstante con La Herencia, producida por Juan Osorio y Roy Nelson Rojas, quien se estrena como productor en jefe, Tiaré Scanda decidió que era el momento de incursionar nuevamente a la aventura televisiva.
“Es una sensación familiar, yo estudié actuación en Televisa San Ángel desde los 11 años y mis primeros trabajos los tuve ahí. Regresar a instalaciones que conozco perfectamente y reencontrarme con el personal técnico, mis compañeros actores y nos hemos visto crecer”, cuenta.
La telenovela con ojos críticos para Tiaré Scanda
Con La Herencia, Tiaré Scanda indica que es una telenovela muy clásica con una historia de amor y un pleito familiar, pero con un lenguaje visual nuevo.
Aunque sí resalta que ahora, y como parte de la responsabilidad de las actrices y actores, es obligatorio mirar con otros ojos los discursos que se plantean. En su caso, por ejemplo, interpreta a Rosa, una mujer “clasista e insegura”.
“Es una señora acomplejada, tratando de aparentar, de pertenecer a un estrato social en el que no nació y que logró acceder. Tiene tres hijas bonitas y güeritas que quiere poner con los ricos del pueblo, sin ver que les hace daño porque les está haciendo sentir que su valor está en ser bonitas, cuando en realidad son capaces, inteligentes. Rosa es la visión machista del desarrollo de las mujeres”, expone.
Incluso, como parte de su crítica, Tiaré explica que fue adrede que Rosa fuera rubia, como un símbolo de las creencias de las mujeres y su anhelo por tener ese tono de cabello.
Asimismo, sobre cómo los medios o las redes sociales, han impuesto características totalmente alejadas de la realidad.
“De niña tuve muñecas rubias, y no era una cosa que pudiera mi mamá decidir, era lo que había. Cuando mi hija nació deliberadamente conseguí comprarle muñecas de pelo negro, y te juro que hubo un impacto; ahora tiene 19 años y puedo decir orgullosamente que es una niña con buena autoestima.
“Es bien difícil para las mujeres, recibimos bombardeos de que tenemos que odiar a nosotras. Es importante reforzar como madres, amigas, que estamos poca madre, que no hay una forma de ser bonita. Por eso estando en La Herencia hay muchas cosas que cuestiono, son otros tiempos, hay cosas establecidas por el patriarcado, pero tenemos ojos críticos y podemos cuestionarnos si por ahí va, o no”, opina.
Un caso que actualmente se ha puesto en tendencia, debido a las redes sociales, es su papel de Casilda en la telenovela Amarte es mi pecado, quien logró sobresalir pues era un personaje al que se encasilló como “la fea”.
Para Tiaré Scanda, Casilda representa uno de sus personajes más entrañables y complejos, pues le abrió muchas puertas, así como una victoria personal pues, indica, logró representar a las mujeres con dignidad al proponer al productor y director que no sufriera algún cambio físico.
“A mí me pareció importante que las chavas que se habían identificado con ella se sintieran reconocidas, que siempre hay un roto para un descosido y no tuviera que convertirse en otra para merecer que alguien la quisiera. Creo que a veces las personas nos sentimos Casilda, sin importar si eres Miss Universo, la gente no termina sintiéndose suficientemente bella, entonces lo recuerdo con mucho cariño porque aporté un granito de arena desde la tele”, relata.
Lamentablemente, la actriz cree que se desvirtúa un poco en las redes sociales al mostrar solamente fragmentos, por ejemplo, en TikTok.
Tiaré Scanda opina que al ser una actriz debe ser responsable de sus opiniones, por ello la importancia de informarse y no soltar una ‘bomba de opinión que pueda afectar a alguien’
“Creo que en ese contexto no tiene el impacto que tuvo en la telenovela, que había todo un arco del personaje, ibas viendo cómo se iba transformando, qué daño le había hecho su madre y el mundo rechazándola por cómo se veía. Si solamente ves como estampitas de ya dijo un chiste, o una payasada no tiene impacto, no pasa de ser un divertimento, el mundo de las redes lo vuelve irrelevante”.
“Ya no lo podemos cambiar, el mundo sigue así, eso es chamba de las personas a cargo de los niños, y el adulto es quien les debe dar ese espacio de reflexión y espacio para cuestionar, platicar porque el fenómeno de las redes no te dará ese espacio, tampoco es su objetivo”, específica.