The Weeknd ofrece un show atípico y digno de la era de la pandemia

En una era atípica para la humanidad, el show de medio tiempo del Super Bowl no podía ser la excepción a la llamada “nueva normalidad”. Sin embargo The Weeknd supo resolver un espectáculo ausente de público que coreara y gritara a todo pulmón.

Uno de los detalles que inmediatamente llamó la atención fue la falta del escenario al centro del campo de juego, tal y como por años se ha hecho.

El escenario principal estuvo colocado en una de las cabeceras del Raymond James Stadium, donde una especie de coro gospel futurista marcó la entrada para el artista estadounidense.

Incluso los hombres que integraban el coro portaban caretas alteradas con luces mientras cantaban al unísono; una especie de recordatorio de los tiempo COVID en los que vivimos.

Sin duda alguna, este fue un show 100 por ciento para la televisión, pues The Weeknd se dio el lujo de entrar a pasadizos llenos de luces para realizar coreografías con su famoso personaje lleno de vendas en el rostro, Starboy.

Aunque por momentos parecía que el cantante no dejaría la seguridad de la cabecera, para su éxito Blithing Lights se adueño de las 100 yardas del campo de juego.

Tal y como ya lo había adelantado, el canadiense rompió con la costumbre de llevar invitados especiales, pese a lo fuerte que sonaban nombre como Daft Punk, Ariana Grande o Rosalía.

Es probable que el público esperara un poco más, pero no olvidemos que para un tiempo atípico, The Weeknd logró ofrecer un buen espectáculo lleno de luces.