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La ambliopía (conocida como “ojo vago”) puede ser casi imposible de corregir si no se detecta antes de la edad escolar
Al jugar Tetris, los dos ojos trabajan juntos, complementando la distribución de información entre ambos al momento de enfocar la vista, lo que podría servir como terapia para combatir el “ojo vago”. Esto según un estudio a cargo del doctor canadiense Robert Hess, de la Universidad McGill.
“Las pruebas se llevaron a cabo con un par de gafas especiales que hacen que los sujetos jueguen juegos durante aproximadamente una hora cada día, primero con el ojo afectado cubierto, luego con ambos ojos al descubierto”, dice una publicación en Mashable.
Los tratamientos tradicionales para combatir la ambliopía consisten en colocar un parche en el ojo que no tiene el problema, de manera que el débil tome fuerza para trabajar mejor. Contrario a la “terapia de Tetris”.
Ghosh Somen es otro investigador que también apoya esta teoría del uso de videojuegos. Según los resultados de su estudio (en 2011), el tratamiento con videojuegos mejoró significativamente la visión de un tercio de los 100 participantes.
El 30 por ciento de los participantes –de entre los 10 y 18 años– mostró significativamente una mejor visión luego de terminar la investigación de un año de duración. Mientras que un 60 por ciento mostró al menos una mejora en su visión.
Los niños que mejores resultaron demostraron fueron lo que tenían menos de 14 años, en comparación con los que tenían más de esa edad.
Se estima que uno de cada 50 niños padece de ambliopía.
Adiós al parche
Este tratamiento con el juego lanzado en 1984 supone todo lo contrario al de colocar un parche en el “ojo bueno” para fortalecer al otro, pues al necesitar utilizar ambos ojos para jugarlo, el nivel de plasticidad cerebral aumenta y eso hace que el cerebro ambliope aprenda.
Además, no es muy estético traer un ojo tapado durante la infancia, a menos que se quiera jugar a ser pirata o algún personaje de la televisión o el cine.
Los participantes del estudio encabezado por Somen fueron divididos en cuatro grupos, de los cuales el 1 fue el grupo base y siguió el tratamiento del parche.
Por su parte, el grupo 2 tomó suplementos de micronutrientes para mejorar la visión, el 3 jugó videojuegos al menos una hora diaria con el ojo débil y el grupo 4 tomó citicolina (psicoestimulante, neuroprotector y nootrópico).
Hess apuntó a que el tratamiento con juegos como Tetris es “mucho mejor que el parche, mucho más disfrutable, es más rápido y al parecer trabaja mejor”.
