Desde la última edición de los Juegos Olímpicos se popularizó la idea de las “camas antisexo” bajo el pensamiento de que esta actividad afecta en el rendimiento de los y las atletas que asisten al evento deportivo de mayor magnitud en el mundo.
En la edición del 2024 estas camas regresan. Supuestamente, están diseñadas para no soportar un peso mayor al de una persona, además de no resistir movimientos bruscos. Sin embargo, a través de un video de los últimos juegos se demostró que en realidad el mueble resiste sin ningún problema.
Pues no, las camas de la Villa Olímpica no son antisexo. Los futbolistas de la Selección Mexicana de fútbol han querido demostrarlo… 😂https://t.co/3zm8bHHQsO
— Manu Heredia (@ManuHeredia21) July 23, 2021
Más allá de los intento del equipo organizador para evitar que las y los deportistas mantengan relaciones sexuales, vale la pena preguntarse si realmente hay una afectación en el rendimiento o se trata, como muchas veces en estos temas, de un prejuicio o mito.
¿Cómo afectan las relaciones sexuales en el rendimiento deportivo?
Según información del sitio especializado Platanomelón, la actividad sexual antes de una competencia no tiene un impacto significativo en la aptitud física ni en los resultados del rendimiento.
Tener relaciones sexuales dentro de un lapso de 30 minutos y 24 horas antes de realizar ejercicio no afecta la forma física aeróbica, la resistencia musculoesquelética ni la fuerza/potencia.
Por el contrario, según el sitio previamente citado, mantener una vida sexual activa y saludable puede contribuir positivamente al bienestar mental y físico de los atletas. No obstante, este beneficio no es exclusivo de deportistas, sino de todas las personas, ya que ayuda a reducir los niveles de estrés, conciliar el sueño y mejorar la salud cardiovascular.
“Esta mentalidad de evitar relaciones sexuales antes de la práctica deportiva viene de la antigüedad, cuando se consideraba que la abstinencia era el mejor método para tener un buen rendimiento deportivo” , explica Monica Branni, sexóloga y psicóloga de Platanomelón.
“Se pensaba que la frustración sexual y la no eyaculación conducía a un aumento de la agresividad”, agregó la especialista.
Sin embargo, Branni detalló que en realidad la actividad sexual es un importante indicador de la calidad de vida. Además, detalló que “privar a los deportistas de actividades como el placer sexual puede causar cambios en sus rutinas habituales, generando desequilibrio, perdida de concentración e incremento de los niveles de estrés”.