Creen que se ahorra más, que es más inteligente y sencillo e incluso que la impunidad que reina en el país los protege. Consumir piratería es el canal más atractivo para los mexicanos respecto al material de entretenimiento, tal como series, música y películas.
Para la población, este delito es insignificante y no lo consideran grave o con consecuencias considerables, a pesar de que “la piratería digital es un problema que afecta las economías formales y por consiguiente a la generación de empleos”, como señaló Ygor Valerio, quien es vicepresidente y jurídico de Protección a los contenidos de la Motion Picture Association of America (MPAA) en Latinoamérica.
De hecho, según la Oficina de Comercio Exterior de Estados Unidos (USTR, en inglés), México está entre los 24 países que podrían formar parte de la lista de las 10 naciones del mundo que más consumen piratería.
En la actualidad, alrededor de 41 millones de habitantes consumen material ilícito, mientras que 9.6 millones lo adquirieron de forma legal. Así lo determinó la Coalición por el Acceso Legal a la Cultura.
Y es que la piratería en México es de los negocios más rentables y millonarios, además de ser de las industrias más impunes. Por ello, el 97 por ciento de los mexicanos ha comprado copias ilegales de películas, por ejemplo, y el 62 por ciento hizo lo mismo, pero digitalmente.
Para combatir este problema que hasta se considera de índole económica, educativa y social, se requiere que las autoridades implementen medidas eficaces para castigar estos delitos, no solo “bajar los precios” de los productos legales, como alegan en su defensa muchos vendedores y consumidores piratas.