Ted Chiang: mas allá de la ciencia y la ficción

Autor de cuentos, hijo de inmigrantes Chinos en Estados Unidos y graduado en ciencias computacionales, ese es Ted Chiang, quien a la edad de 53 años, ha publicado menos de 20 historias cortas, las que apelan a temas filosóficos, matemáticos y hasta lingüísticos, dentro del terreno de la ciencia ficción
Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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Hace poco más de 30 años, un joven egresado de la Universidad Brown en Ciencias Computacionales, envió una historia corta titulada “La torre de Babilonia” a la revista de ciencia Omni, la que logró publicarse en noviembre de 1990. Este fue el primer éxito que llegó para Ted Chiang a la edad de 22 años, y sería solo su comienzo en el ascenso a la cúspide en el terreno de la ciencia ficción, ya que el nacido en Port Jefferson, Nueva York, seguiría creando historias cortas que asombrarían a los amantes de este género literario.

El escritor fue bautizado con el nombre Chiang Feng-nan, sus padres son emigrantes a Estados Unidos de China, para después pasar por Taiwán en la Revolución comunista china; en sus historias él apela a la universalidad de temas, introduciendo pensamientos filosóficos, teológicos e incluso matemáticos.

Su reconocimiento global llegó hace cinco años, ya que Hollywood adaptó La historia de tu vida, en el largometraje La llegada, cinta protagonizada por Amy Adams, que, además de ser un éxito en taquilla, logró ser nominada en los premios Oscar, llegando hasta la categoría a Mejor Película.

Pero lo que más asombra de Chiang, es que en apenas tres décadas de carrera literaria, ha escrito solamente 19 cuentos, lo que podría parecer que esto lo hace un autor menor, al carecer de una novela, pero sus contemporáneos piensan, que esta fortaleza de sus letras, lo ha llevado a trascender a su propio género.

“Esto es muy importante porque tendemos a categorizar las cosas y entonces cuando uno es escritor de ciencia ficción, muchas veces no es considerado un gran autor, vaya, se puede ser grande dentro de su género, pero traspasar estas fronteras imaginarias de los géneros es muy complicado no sólo en México, también en casi todos los países, y Ted Chiang lo ha logrado”, comparte la escritora Ana Delia Carrillo.

Al igual que Carrillo, Bernardo FernándezBef”, quien es monero, autor y un claro apasionado del género literario, suscribe que la genialidad de Chiang reside en que tomó su gusto por la ciencia y la tecnología para explorar el libre albedrío, la lingüística, la física y temas tanto sociales como académicos.

Combina la conciencia tecno-científica, de las cosas que está hablando, con una sensibilidad literaria muy depurada, que no solamente apunta dentro de la misma ciencia ficción, sino que podemos ver que es un lector plural de un montón de cosas, que convergen en sus historias, con una soltura que lo hace parecer fácil, pero que implica una gran complejidad
Bernardo Fernández “Bef”Monero y literato de novela negra

Los cuentos de Chiang se pueden leer en español en dos recopilaciones, Editorial Almadía publicó la antología 25 minutos en el futuro en 2013, ahí se encuentra La historia de tu vida, y recientemente Sexto Piso lanzó Exhalación, volumen con nueve relatos breves.

Espejo entre sus iguales

Con la moda del retro futuro tan explotada hoy en día, “Bef” cree que parte de la literatura de Chiang está inspirada en los que son considerados los padres del Cyberpunk, además de claros guiños hacia Philip K. Dick, escritor de la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? mejor conocida por haberse llevado al cine como Blade Runner en 1982.

“Yo creo que él (Chiang) también tiene claramente vasos comunicantes con los cyberpunks, en su segundo periodo, o sea con William Gibson y Bruce Sterling, este último llama a estos autores ‘slipstream’, los que resbalan entre los géneros y el mainstream, Chiang lo ha hecho con gran elegancia envidiable”, expresa el caricaturista y escritor.

Por su parte, Carrillo observa lo que otros ya han visto en Chiang, que sus letras tienen un símil hacia el autor ucranianopolaco Stanislaw Lem, quien es reconocido por Solaris, novela en la que también se plantea el debate de cómo nos podríamos comunicarnos con seres o entidades, que van más allá del lenguaje verbal.

“Los relatos de Chiang tienen una cierta inspiración en Stanislaw Lem, entonces yo creo que ahí está también el asunto filosófico que le va muy bien, y sí creo que esa podría ser una comparación, no al pie de la letra, pero sí en cuanto a que está ahí la iluminación de este escritor”, dice la escritora del blog La langosta se ha posteado.

Ted Chiang, ¿Vaticinando o previniendo el futuro?

Pensar en que autores de ciencia ficción involuntariamente han visto en el futuro, la respuesta a logros de civilización, como Julio Verne auguró en que podríamos llegar a la Luna, es postrar en la fantasía un pensamiento de duda. Carrillo cree que Chiang, sí podría estar escribiendo, lo que sea que nos depare en tiempos ulteriores y que, quizá, puedan ser vistos hasta dentro de nuevas generaciones.

“Sí creo que sería súper interesante, no creo que lo lleguemos a ver, pero sí definitivamente, así como Verne o como Wells y muchos otros, se han adelantado al futuro, creo que Chiang y sus relatos tienen ese mismo camino y visión profética”, agrega la autora.

Respecto a este cuestionamiento, “Bef” cita a Bradbury, quien decía que con Fahrenheit 451 él no buscaba predecir el futuro, sino prevenirnos de él, lo mismo piensa de Chiang, lo que importa de su narrativa es como observa nuestra realidad y la catapulta en letras.

“Hay una observación muy aguda del consumismo por ejemplo, igual en otros cuentos que tratan del libre albedrío, lo que hay es una reflexión sobre nuestra relación con las redes digitales, entonces no creo que su interés sea predecir nada, sino reflexionar en este espejo distorsionado que es la ciencia ficción sobre el presente”.

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