La forma actual de producir y consumir está modificado la composición de la atmósfera por la quema de combustibles fósiles y la degradación de los ecosistemas, aumentado la cantidad de gases de efecto invernadero y acelerando el cambio climático.
Así, la influencia humana es la principal causa del proceso de cambio climático actual, muy diferente a los que se han presentado en el pasado. Por ello, es urgente actuar para frenarlo y evitar consecuencias graves.
En este contexto nace el Institute of Advanced Materials for Sustainable Manufacturing (Instituto de Materiales Avanzados para la Manufactura Sostenible, en español), del Tecnológico de Monterrey, para buscar mitigar, en la medida de lo posible, los efectos adversos del cambio climático.
Apoyar la descarbonización de la industria de manufactura y promover un modelo productivo sostenible para desarrollar nuevos materiales sustentables, a través de investigación científica y tecnológica, será una de sus principales misiones.
“En el Plan 2025 del Tec de Monterrey teníamos la estrategia de crear tres institutos de investigación (Institute for the Future of Education y Institute for Obesity Research); entonces, hace 12 meses me pidieron que comenzara a identificar las oportunidades que había para hacer este, así que realizamos entrevistas con la industria, con el gobierno, con la sociedad y con instituciones académicas para identificar las temáticas importantes y relevantes tanto del mundo como del país, y dimos con que el tema del cambio climático siempre estaba presente”, explica el doctor Arturo Molina, director del Institute of Advanced Materials for Sustainable Manufacturing.
Si bien el cambio climático es un tema muy amplio, el equipo del Tec se preguntó ¿cómo el cambio climático es pertinente para un país como México? Así, a través de estudios y análisis, se enfocaron en la industria manufacturera, por la relevancia que tiene para el país.
“Así decidimos trabajar en materiales avanzados de forma que tengamos una contribución a la lucha contra el cambio climático, así es la historia del Instituto”, cuenta el doctor Molina.
Hasta ahora, 30 profesores investigadores, todos ellos del Sistema Nacional de Investigadores (SIN), forman parte de este instituto; cada uno, además, tiene asociado a un investigador posdoctorante que, a su vez, tendrá dos alumnos doctorales; es decir, son una plantilla de más de 120 personas.
“Trabajaremos con base en proyectos y presupuestos que vamos a ir financiando a través de propuestas que iremos haciendo a la industria. La base de costos la paga el Tec de Monterrey, que son los salarios de las personas, y lo demás saldrá de proyectos que hagamos con la industria o con los gobiernos que soliciten nuestros servicios”, explica el director.
Además de generar publicaciones científicas, el éxito del Instituto se medirá en las colaboraciones que hagan tanto internacional como nacionalmente para mitigar el cambio climático.
Trabajo contra el cambio climático al interior del Instituto
El Institute of Advanced Materials for Sustainable Manufacturing está dividido en cuatro unidades: Inteligencia Competitiva y Políticas Públicas para la Manufactura Sostenible, Desarrollo Acelerado de Materiales, Procesos de Manufactura para Materiales Avanzados y Tecnologías Habilitadoras para el Desarrollo de Materiales Avanzados.
La doctora Dora Ileana Medina, líder de la Unidad de Desarrollo Acelerado de Materiales Avanzados, explica que su equipo tendrá como misión encontrar soluciones para que los materiales sean lo menos posible hechos de derivados del petróleo, así que buscarán que sean biobasados, es decir, que se produzcan a partir de desechos agroindustriales para que a la economía circular.
“La mayoría de los polímeros, como es bien sabido, son derivados el petróleo, de productos no renovables y cada vez más estos materiales son sólo de un solo uso y los desechamos; todo eso va a los basureros y tardan bastante tiempo para biodegradarse, en el mejor de los casos”, afirma.
Por ahora, están en una etapa de trabajo muy directa con la industria, porque su finalidad es generar colaboraciones fuertes.
“Estamos en pláticas muy cercanas, empezando colaboraciones con Nestlé y con otras potenciales candidatas, como Femsa, PepsiCo y otras que están muy interesadas”, dice.
Por su parte, la doctora Mariana Alfaro Ponce, líder de la Unidad de Procesos de Manufactura para Materiales Avanzados, comparte que la misión de su equipo es la de estudiar las necesidades que tiene la industria y proponer soluciones a problemas específicos.
“¿Qué es lo que buscamos? Reducir el impacto que tiene en el consumo, desde energías no renovables, también buscamos darles alternativas de energías renovables para eficientar su producción y que reduzcan el consumo de materias primas y el impacto de CO2 que generan”, señala.
A mediano plazo, esta unidad buscará empresas que le abran sus puertas para analizar sus procesos y realizar la medición de algunas variables; por ejemplo, cuánto consumen, cómo es su proceso para poder fabricar un producto y cuál es el impacto ambiental que generan.
“¿Cómo lo vamos a medir? Nosotros vamos a proponer el rediseño del proceso y a partir de eso vamos a ver cuánto han reducido el consumo de todos los tipos de energía que puedan ampliar, de ahí, cuánto han reducido la basura o toda la materia prima que no ocupan adecuadamente y su impacto en la reducción de gases contaminantes”, expresa la doctora Alfaro Ponce.
Las investigadoras expresan que el Institute of Advanced Materials for Sustainable Manufacturing es un proyecto que las emociona mucho, porque saber que el Tec de Monterrey las está considerando para hacer un cambio es muy importante no sólo en México, son en el mundo es un gran orgullo.
“Imagínate que podamos solucionar todos esos ríos que se ven contaminados o poder mejorar la calidad del aire de la Ciudad de México, me daría mucho gusto”, sostiene Alfaro Ponce.
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