Se dice que todo con medida, inclusive el consumo de grasas y azúcares. Pero lo cierto es que esa “medida” también debe ser limitada, pues un nuevo estudio –divulgado por la revista científica Journal of the Endocrine Society– señaló que consumir dos latas de refresco a la semana aumenta el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas y derrames cerebrales.