Judi Dench está nominada al Oscar por Mejor Actriz, por su interpretación de Philomena Lee, una madre en la búsqueda del hijo al que dio en adopción décadas antes, en la película homónima.
La película está basada en la historia real de Philomena, pero la emocional interpretación no es la primera por la que la Dama Judi Dench –título que le otorgó la Reina Isabell II en 1988– recibe una nominación. Y está muy lejos de serlo.
La actriz comenzó su carrera en el teatro, actuando en obras de Shakespeare con la Old Vic Company, una de las compañías teatrales más antiguas y prestigiosas del Reino Unido, obteniendo el premio BAFTA como “Recién llegada más prometedora”.
Pero su consolidación como una fuerza dramática llegó cuando interpretó a Sally Bowles en una producción de 1968 del musical “Cabaret”, dejando a la crítica y audiencia con la boca abierta, pues jamás la habían escuchado cantar.
Ver un video de la ya ganadora del Oscar (en 1998, por “Shakespeare in love”) recorriendo el escenario en un ajustado vestido rojo, hace evidente que Dench nació para actuar… y el mundo agradeció que siguiera su indudable vocación.
Después de darse a conocer con la Compañía Nacional de Teatro y la Compañía Real de Shakespeare, apareció en televisión en la serie “A fine romance”. Y unos años después en “As time goes by”.
Sus papeles en el cine fueron, en principio, escasos, hasta que en 1995 fue elegida para interpretar a “M” en la película “GoldenEye”, de la saga de “James Bond”. Dench ha regresado a ese rol en todos los filmes subsecuentes.
La película de John Madden “Shakespeare in love” demostró su rango a la Academia, que decidió premiarla con la estatuilla a Mejor Actriz, y desde entonces ha estado nominada por “Chocolat”, “Iris”, “Mrs. Henderson presents” y “Notes on a scandal”, además de “Philomena”.
Además ha ganado 11 premios BAFTA, dos estatuillas del Screen Actors Guild, el mismo número de Golden Globes y un Tony.
Pero quizá lo que más llama la atención de Judi es su talante. En entrevistas sobre sus papeles más icónicos, se muestra calmada y un poco confundida cuando le preguntan cómo se adentró en el personaje. Y quizá la única respuesta es que no lo hace, sino que se convierte en ellos.