Investigadores afirman que existe otra buena razón para que las personas duerman ocho horas cada noche, ya que además de evitar ciertas enfermedades, pueden reducir la posibilidad de sufrir obesidad, en particular si tienen predisposición genética a esa enfermedad.
Aquellas personas que duermen demasiado o muy poco están en mayor riesgo de padecer obesidad, revelan los resultados de una investigación conducida por especialistas de la Universidad de Glasgow, quienes evaluaron los hábitos de sueño de más de 120 mil participantes.
Las personas que tienen el gen de la obesidad están aún en mayor riesgo por cada noche de descanso pobre o sueño excesivo, mucho más o mucho menos de ocho horas diarias, pues pueden ganar entre dos y cuatro kilogramos de peso, por lo que los científicos sugieren mantener un patrón de sueño normal.
En su investigación, los especialistas analizaron los efectos de un sueño corto de menos de siete horas por noche, y un sueño largo de más de nueve horas, junto con siestas durante el día y el trabajo por turnos.
Encontraron que quienes no se apegan a la cantidad recomendada de sueño pueden convertirse en obesos, es decir que dormir mucho o poco plantea la misma amenaza para la cintura de las personas, aunque las posibilidades de esa enfermedad se multiplican en aquellas con predisposición genética.
Recordaron además que los riesgos de tener sobrepeso u obesidad son ampliamente conocidos pues están relacionados con enfermedades del corazón, diabetes tipo 2 y varios tipos de cáncer.
El efecto se observó independientemente de la dieta, la salud o los factores sociodemográficos de los participantes, todos de Reino Unido, enfatiza el equipo de investigadores en un artículo publicado en la revista especializada American Journal of Clinical Nutrition.
Los resultados se compararon con los de personas que duermen ocho horas por noche, y los datos muestran la influencia adversa de un sueño “anormal” en el peso corporal, sostiene el autor del estudio, doctor Jason Gill.
Los científicos destacan que respetar la cantidad de sueño recomendada es otro factor que debe tenerse en cuenta para mantener la salud, junto con la dieta y la actividad física.