Tabaco, el vicio que aumenta a pesar de la pandemia
A pesar de que diferentes organizaciones han anunciado que el consumo de tabaco vuelve a las personas más vulnerables ante el COVID-19, las empresas tabacaleras de América Latina han ignorado los mensajes y han incrementado su publicidad y comercio durante la pandemia
Fernanda MuñozEl tabaco tiene otra carta en su contra, provoca que los fumadores tengan una menor probabilidad de salir adelante ante el COVID-19, enfermedad que ha dejado hasta el momento a más de 351 mil 281 personas sin vida en todo el mundo, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud.
Y aunque desde abril la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado para enfatizar en que el nuevo virus puede fungir como gran aliado del tabaco, la respuesta ha sido contradictoria, específicamente en América Latina.
A través del reporte regional Desenmascarando a la Industria Tabacalera en América Latina. Cómo intensifica sus estrategias de comercialización en tiempos de COVID-19, representantes de organizaciones de la sociedad civil latinoamericana detallaron cómo es que en seis países hispanos el consumo del tabaco ha aumentado a pesar de la crisis sanitaria.
Se evidenció cómo la industria tabacalera intensificó sus acciones de promoción, publicidad y comercialización, tanto de sus productos tradicionales (cigarrillos) como de su nueva generación (cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado) en Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México y Uruguay, aprovechándose del avance de la pandemia y las medidas gubernamentales de confinamiento.
Tras monitorear las acciones de marketing y publicidad de la industria en cada país durante la crisis, se halló que en Argentina, por ejemplo, la Fundación InterAmericana del Corazón (FIC) identificó una gran cantidad de publicidad de cigarrillos tradicionales, así como de cigarrillos electrónicos en tiendas en línea, correos electrónicos y anuncios en redes sociales.
Por otra parte, en Brasil, donde están prohibidas la publicidad y la promoción de productos de tabaco, con la excepción de la exhibición de estos en el punto de venta, la ACT Promoção de Saúde reportó campañas en Instagram con la etiqueta “Apoya a las pequeñas empresas”.
Asimismo en Brasil, como en Ecuador y Uruguay, se encontró que aplicaciones como Rappi, Uber, y en páginas online, promocionaban envíos de cigarrillos convencionales y electrónicos.
En México, el Instituto Nacional de Salud Pública detectó que la industria tabacalera ha aumentado la publicidad y promoción de los cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado en tiendas en línea, correo electrónico, redes sociales, así como en mensajes de WhatsApp y llamadas telefónicas
“Nada ha detenido a la industria tabacalera para lucrar a costa de la salud pública en un contexto de extrema vulnerabilidad, pese a que sus estrategias violan la mayor de las veces la normativa local sobre control de tabaco o se aprovechan de los vacíos legales”, mencionó Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa México, y quien coordinó el reporte.