Surrealismo: un siglo de revolución artística

A 100 años de su fundación, esta corriente artística permanece en el arte contemporáneo al fusionar lo real y lo fantástico. Su influencia se extiende a través de diversas disciplinas
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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A 100 años de su surgimiento, el surrealismo sigue siendo uno de los movimientos artísticos más revolucionarios del siglo XX. Aunque el escritor y poeta André Breton, su principal fundador, falleció en 1966, esta manifestación artística ha demostrado ser una corriente que trasciende el tiempo y el espacio, sobreviviendo hasta nuestros días en múltiples formas.

Su espíritu rebelde, su afán por borrar las fronteras entre lo real y lo fantástico, y su propuesta de liberar la conciencia humana siguen vigentes en las diversas disciplinas artísticas como el cine, la literatura, la música, e incluso en la investigación científica y la tecnología. Como señala Irvin Payán, académico de la facultad de filosofía y letras de la UNAM en entrevista con Reporte Índigo.

“El surrealismo sigue existiendo, nosotros podemos leer el documento fundacional que es el Primer Manifiesto del Surrealismo que escribió André Breton y ver que, a pesar de que el grupo se disolvió oficialmente tras su muerte, muchos de sus miembros continuaron creando bajo los términos de la estética surrealista”, informa Payán.

Fundado el 15 de octubre de 1924 con la publicación del Primer Manifiesto del Surrealismo, el movimiento nació en Francia como una respuesta al desencanto que trajo consigo la Primera Guerra Mundial y las estructuras sociales opresivas de la época.

Para los surrealistas, la creación artística no debía limitarse a un ejercicio estético, sino que debía tener un potencial revolucionario. Querían abolir las fronteras entre los opuestos, como el sueño y la vigilia, la razón y la locura, lo consciente y lo inconsciente.

“Este movimiento siempre tuvo muy claros valores importantes, como el amor, la libertad, la creación artística y la liberación de los oprimidos. Estos principios eran, y siguen siendo, centrales en la filosofía surrealista”, expone el académico de la UNAM.

¿Sigue el surrealismo en el arte contemporáneo?

Aunque nació como un movimiento de vanguardia en los años 20, se internacionalizó rápidamente, llegando a América a finales de los años 30 con el exilio de artistas europeos durante la Segunda Guerra Mundial.

Este proceso convirtió al surrealismo en un fenómeno global que dejó huella en todos los continentes, desde Japón hasta América Latina. Por ello, también ha sido clave en la transformación de muchos géneros artísticos, en la actualidad, por ejemplo, elementos surrealistas pueden encontrarse en exposiciones, instalaciones, intervenciones, y en el performance, así como en discursos de artistas contemporáneos.

“Siempre experimentó con borrar esas fronteras que muchas veces están muy delimitadas entre el sueño y la vigilia, lo real y lo fantástico, esos opuestos que esta manifestación artística se planteó abolir.  Su filosofía aún resuena en muchas formas de arte que buscan desafiar las convenciones y liberar la imaginación.

“En el arte contemporáneo de hoy hay muchísimos rasgos y muchísimas supervivencias, en el cine, en métodos de investigación, exposiciones, instalaciones, performance y  discursos donde vemos muchos de los rasgos del surrealismo, claro, se ha transformado durante 100 años, pero llegó para quedarse”, aclara.

El académico de la UNAM resalta que en términos de actualidad, es decir, desde el uso de la tecnología y el desarrollo de la inteligencia artificial, esta corriente artística se plantó en esos límites y quiso abolir estas líneas, que sus fundadores, los poetas y los pintores siempre tuvieron claros valores muy importantes, ellos defendieron  liberar la conciencia del ser humano para expandir.

“Querían ganar libertad para el ser humano, de apostarle a valores importantes como el amor. Es un movimiento anticolonialista y anti bélico que lucha por la libertad artística, por la creación, la liberación de los oprimidos y la libre expresión.

“Si hoy se utilizara la inteligencia artificial, quizá, sería en aras de defender estos valores que para ellos eran muy importantes. Se le ha intentado ver como una escuela literaria, una corriente artística, pero, en realidad, es algo más: el surrealismo es un movimiento del espíritu de rebeldía” opina Payán.

¿Cuál es el impacto del surrealismo en América Latina?

América Latina no fue ajena a la influencia del surrealismo. Aunque al principio no fue completamente asimilado en países como México, donde predominaba el muralismo, poco a poco el movimiento se integró a la escena artística y cultural de la región. Irvin Payán subraya la importancia de esta corriente en América Latina, pues, a pesar de las dificultades iniciales, este movimiento logró diseminarse y dejar su marca, especialmente en el reconocimiento del arte indígena y en la arqueología.

“Los surrealistas lograron hacer exposiciones importantes en México y darle un estatus al arte indígena. Artistas como Remedios Varo y Leonora Carrington encontraron en México un refugio creativo, donde produjeron algunas de sus obras más importantes, fusionando las tradiciones locales con la estética surrealista”, abunda Irvin Payán.

El impacto del surrealismo también se sintió en otras partes de América Latina y el Caribe, como Martinica y Haití, donde el movimiento apoyó la liberación de los pueblos afrodescendientes. Esta apertura hacia lo “otro” fue una característica fundamental para explorar culturas y formas de vida alternativas.

“Se plantó con una potencia de vida, para reencantar el mundo y llenarlo de maravillas, encontrando lo maravilloso en los sueños, en otras culturas, en el viaje,”, puntualiza el académico de la UNAM.

Mujeres en el surrealismo

Uno de los aspectos más discutidos sobre el surrealismo es su relación con las mujeres. Aunque es cierto que fue un movimiento predominantemente masculino, también es cierto que muchas mujeres encontraron en él un espacio de creación y libertad artística.

“Figuras como Remedios Varo, Leonora Carrington, Dorothea Tanning y Leonor Fini no solo fueron musas, sino artistas activas que desafiaron las convenciones de su tiempo. Por eso se dice que abrió muchísimos espacios para que las mujeres pudieran tener una participación muy activa, ellas aportaron una visión única y enriquecieron el movimiento con su propia interpretación y liberación personal”, cuenta Payán.

El futuro del surrealismo: utopía y libertad

Uno de los aspectos del surrealismo es su constante búsqueda de utopías. Para los surrealistas era un ideal hacia al cual aspirar, un futuro mejor en el que el ser humano pudiera encontrar su plena realización y liberación.

“Hay dos consignas fundamentales: transformar el mundo y cambiar la vida. Esta visión utópica sigue siendo relevante en el mundo contemporáneo, donde los desastres ecológicos, las guerras y las crisis sociales demandan una transformación urgente de nuestras estructuras de pensamiento y acción”, opina el académico.

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