Durante unos 13 años, Loly Ghirardi, mejor conocida como Srta. Lylo, intentó ser madre. Un trayecto angustiante, entre pérdidas y frustración continúa, en el que sólo halló refugio en el bastidor.
Diseñadora gráfica de formación, esta argentina encontró en los hilos y las agujas una vía para sanar la tristeza que se había instalado en su día a día al no lograr conseguir el embarazo que soñaba.
Ese proceso de duelo, aceptación y reconstrucción lo cuenta en Diario de una bordadora (Lumen, 2024), un emotivo relato acompañado de fotografías de esos años de búsqueda, así como de las piezas de bordado que realizó en ese tiempo.
A lo largo de las coloridas páginas, Srta. Lylo entreteje su propia historia con la del bordado, una actividad históricamente relegada al plano doméstico, pero que también han ejercido icónicas mujeres, como Jane Austen y Louise Bourgeois, hasta ser reivindicada en los últimos años por los movimientos feministas que lo han tomado como un soporte para expresar consignas o mensajes políticos.
Muy feliz de anunciar la 2da edición de “Diario de una bordadora” @LumenEdit
¡Qué emocionante que tantas personas estén leyendo esta historia! Gracias ❤️🪡 pic.twitter.com/rpJaagF3DJ— Señorita Lylo (@srtalylo) January 18, 2024
“Quienes bordamos, valoramos mucho a quienes lo han hecho antes, y creo que sacarlo a la calle, por ejemplo, que haya libros ilustrados con bordados o hace poco me pidieron una etiqueta de vino, eso es como darle un lugar. Ayer en la presentación había una chica que estaba bordando el nombre de una persona desaparecida y me decía que eso se saca a las calles, se une con otros y pues es algo que no es inmediato, le pones tu cuerpo, el tiempo y tiene muchísimo valor”, comentó a Reporte Índigo la bordadora en su reciente visita a México para presentar su libro.
Según la autora, una de las prendas bordadas más antiguas que se conserva es egipcia y es del año 1360 a.C. Se trata de una camisa de lino hallada en la tumba de Tutankamón
Un libro sobre la no maternidad
La autora, quien radica en Barcelona, ofreció también una serie de talleres en la Madeja Jaja, una tienda y taller dedicado al bordado en la Ciudad de México. Ahí, entre hilos y colores, contó que ese volúmen ha sido una manera de armar el rompecabezas de esos 13 años en los que su vida estuvo atravesada por la aguja.
Otro dato: la aguja fue una de las primeras herramientas que fabricaron los humanos hace más de 20 mil años. En las cuevas de Altamira se encontró uno de los ejemplares más antiguos y es una aguja de hueso de punta muy fina
“La editora del libro sabía que yo bordaba y le gustaba lo que hacía, pero no sabía mi historia, cuando se la conté me propuso hacer este ejercicio de diario y lo que hice fue ir a todos los archivos médicos que tenía, revisar los diarios de terapia, mirar los bordados que fui haciendo. Fue un ejercicio de mucha entrega y búsqueda, de mirar para atrás, como ir armando un puzzle”.
Esto también implicó un proceso de apertura y arrojo, pues aunque en los últimos años abundan los libros sobre las distintas experiencias de maternidad y crianza, pocas mujeres se han atrevido a contar su no maternidad.
“Me daba mucho apuro y decía que a quién iba a importarle esta historia. Me di cuenta de que no había libros que reflejaran la realidad de no llegar a ser madre, aunque quieras, y dije que podía ser un paso valiente para sumar un libro de éstos a las bibliotecas”.
“Es un tema que se está abriendo, pero que sigue siendo medio tabú, que no se habla o no se comenta. Mi primer aborto espontáneo lo tuve en 2008, fueron 13 años de búsqueda y yo buscaba como alguna referencia de lo que sentía, para sentirme nombrada y había cosas que sí encontraba afines, pero siempre había al final un bebé que nacía, así que me sentí reflejada en el libro que escribió la artista Paula Bonet, Cuerpo de embarazada sin embrión”.
El tabú de la no maternidad
Loly Ghirardi celebra que en los últimos años se hayan publicado más libros sobre las experiencias de mujeres que buscaron y no lograron ser madres, porque son realidades que viven cientos de mujeres en el mundo y que se han callado por miedo o culpa.
“Yo empecé a bordar y mostraba lo que hacía, pero no se sabía mi historia. No estaba preparada para hablarlo, me incomodaba, me daba vergüenza, me daba culpa. Tuve que decidir que cerraba ese capítulo para después abrirme a compartirlo”, relató la autora.
Contar su historia también la llevó a descubrir que no ha sido la única mujer en enfrentar un proceso parecido. Su propia madre le reveló que, antes de tener hijos, sufrió varios abortos espontáneos.
En paralelo, durante el trabajo de documentación sobre la historia del bordado, también descubrió que algunas mujeres icónicas fueron bordadoras, como la escritora Jane Austen, quien, pese a que en su época esa actividad se consideraba menor, usó la aguja para experimentar con la moda y el estilo. La artista francesa Louise Bourgeois también mantuvo una conexión cercana con el mundo textil, a través del cual exploró la memoria y sus experiencias con la maternidad.
La autora
- Srta. Lylo es el nombre artístico de Loly Ghirardi
- Nació en Argentina y está afincada desde hace dos décadas en Barcelona
- Estudió en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y trabajó en proyectos de diseño, hasta que halló el bordado
- Con bastidores, hilos y agujas crea piezas únicas y experimenta en distintos soportes
- En sus redes sociales, @srtalylo tiene más de cien mil seguidores
- Imparte talleres de bordado en España, así como en plataformas digitales como Domestika