Al tener sexo, ¿has sentido la necesidad de hacer pipí en ese momento?, o, ¿has tenido que ir inmediatamente al sanitario cuando terminas tus relaciones sexuales para orinar? Si es así, quizás estabas a punto de experimentar un “squirt”.
Se trata de una situación que únicamente le ocurre a las mujeres y no es más que la expulsión involuntaria de fluido; sí, tal como le ocurre a los hombres cuando eyaculan, aunque para nosotras el squirting es distinto (y quizás mejor).
“En la experiencia clínica me he encontrado chicas que disfrutaban más intensamente los orgasmos cuando se acompañaban de Squirt”, indica la sexóloga Marta Torres en entrevista con el portal La Sexta.
A pesar de ello, hay quienes no sienten mayor placer al tener un squirt; otras chicas jamás han tenido uno y buscan insistentemente vivir esta experiencia; mientras que para algunas no es tan relevante.
¿El squirt es lo mismo que la eyaculación?
Cuando te decíamos que puede ser mejor, es debido a que para las personas con vulva, tener un squirt es una situación completamente diferente a eyacular; es decir, se pueden experimentar ambos durante el sexo.
Pero, ¿cómo es posible? La respuesta es mu sencilla, la eyaculación y el squirting se producen, y son expulsados, por diferentes partes del cuerpo, de acuerdo con la doctora Ana Lombardía, en su blog Sexo en la Piel.
“El squirt es un líquido diluido y muy acuoso que se expulsa por la vejiga urinaria”, mientras que la eyaculación femenina es “un líquido blanquecino, espeso y escaso que se expulsa por la ‘próstata femenina’”.
Para que puedas reconocer cuando estás teniendo un squirt y cuando solo se trata de eyaculación, vamos a definir las diferencias de cada uno de ellos:
- Squirt: Este se presenta como un chorro abundante, algunas mujeres aseguran que éste es capaz de mojar las sábanas de la cama. Proviene de la vejiga y se expulsa por la uretra, es decir, por el tubo por el que pasa la orina.
¿Te das cuenta por qué quizás podrías estar a punto de tener un squirt si tenías ganas de hacer pipi? Además, éste líquido es completamente transparente y no tiene ningún olor.
El squirt suele estar acompañado del orgasmo y abundante. Su aparición está relacionada con la estimulación del punto “G”, aunque debes tener en cuenta que no siempre se presenta, lo cual es completamente normal.
- Eyaculación: esta se produce debido a las glándulas de Skene que se encuentran en la parte anterior de la vagina a unos 2-5 cm. El fluido de éste suele ser denso y blanquecino.
La cantidad que se expulsa de éste suele ser tan pequeña que pasa inadvertida por muchas mujeres e incluso se llega a confundir con lubricación, aunque suele variar dependiendo de cada persona.
¿Todas las mujeres tienen squirt?
Aunque todas las personas con vulva son potencialmente capaces de tener un squirt, no todas llegan a experimentar alguno, lo que no significa que tendrán una vida sexual menos placentera, pues el “squirt” no está relacionado con la intensidad.
“Puede pasarle a cualquier mujer en algún momento de su vida sexual, o no sucederle nunca. La calidad, intensidad o placer de un orgasmo no depende de ello”, explica la sexóloga Nadine Terrein Roccatti en Doctoralia.
Incluso son muy pocas quienes tienen un squirt de manera frecuente, la doctora Otalora explica que “solamente el 10 por ciento de las mujeres producen este fluido”, para el diario El País.
“Algunas personas eyaculan y otras no. Puede que todas las personas que tienen una vulva tengan la capacidad de eyacular, pero no hay manera de saber y, lo que es más importante, no es algo que le interesa a todo el mundo”, afirma Kitty May para el blog de Clear Blue.
Aunque “cualquier mujer con un orgasmo muy intenso puede presentar esto, por eso depende netamente del estímulo”, dijo Otalora; así que si estás buscando tener uno, lo más importante es que te relajes y no te obsesiones con el resultado.
Consejos para tener un squirt
A pesar de que no siempre se puede lograr un squirt, puedes intentar experimentarlo, pues harás que tu vida sexual sea más divertida, tendrás más conocimiento de tu cuerpo y podrías experimentar más placer en el proceso.
¡Es un ganar ganar! Pero, antes de intentarlo con una pareja, te recomendamos recurrir a la masturbación, ya que con ello lograrás identificar en dónde se encuentra tu punto “G”, recuerda que su estimulación provocará el squirt.
Para llegar a esta zona, acuéstate boca arriba en la cama con las piernas abiertas; luego introduce uno o dos dedos y haz el movimiento de “ven acá”. Sabrás que llegaste a él si sientes placer. También te puedes ayudar de juguetes.
“Recuerda, no estás intentando tocar un botón específico, sino encontrar lo que se sienta mejor para ti en esa región en general”, explica el portal especializado en salud Healthline.
Las mejores posiciones sexuales para lograrlo
Cuando estés en pareja, hay algunas posiciones sexuales que podrían ayudarte a estimular el punto “G” durante la penetración. Así que toma nota, que te diremos cuáles son las mejores para lograr un “squirt”.
“Dime vaquera”
Una de las posiciones que mejor funcionan, y también de las más placenteras es “la vaquera”. Con ella debes pedirle a tu pareja que se acueste boca arriba, luego colócate encima y móntala.
Esta posición te permite tener el control total sobre el ritmo, profundidad y ángulo de penetración. En lugar de moverte hacia arriba y abajo, prueba moverte hacia atrás y adelante para estimular la región del punto G, explica Healthline.
De perrito ¿acostado?
Si quieres tener una penetración profunda y muy placentera que te lleve a tener un squirt no puede faltarte esta variación de la posición del perrito. Con ella, tú deberás estar acostada boca abajo.
Puedes colocar una almohada en tu pecho. Tras ello, debes levantar la cadera para que tu pareja te penetre. Para añadir más placer, puedes estimular tu clítoris al mismo tiempo. ¡Es un excelente combo para el squirt!
Con las piernas en sus hombros
Una de las posiciones clásicas es “el misionero”, pero para darle un toque especial y mucho más placentero, puedes subir tus piernas a los hombros de tu pareja, con lo que lograrás una penetración mucho más profunda.
En esta debes estar recostada y poner las piernas en los hombros; él debe introducir su pene y controlar el movimiento. A pesar de ello, puedes guíar a tu pareja para que logre estimular tu punto “G”.
La cucharita
Este es otro clásico, aunque para lograr un squirt es muy útil. Con ella, deben acurrucarse en la cama, la persona que hará la penetración debe estar detrás, es decir, ser la cuchara grande.
Para que todo sea más sencillo, quien sea la cuchara pequeña debe doblar las rodillas. Esta posición permitirá que el pene alcance la parte frontal de la vagina y estimule el punto G.