Con un llamado a la sociedad para reconocer la importancia del oficio de los sonideros en la reconstrucción del tejido social y a las autoridades para su regulación y reconocimiento, la Fábrica de Artes y Oficios (FARO) Aragón realizó el segundo “Foro de Reivindicación Sonidera”, en el marco de las actividades festivas por su VI aniversario.
“Parte de nuestro festejo es apegarnos mucho a las tradiciones, al barrio y estar en contacto con él, porque nosotros trabajamos allá fuera justo con la gente y el espacio está abierto para la educación colectiva”, compartió Daniela Silva Fuentes, moderadora de la charla.
El encuentro contó con la participación de David Mendoza, de Sonido Retro y Gabriel, de Sonido Inmensidad, en compañía de Luis Romario Reséndiz Ríos, gestor de eventos tradicionales de la zona de Martín Carrera y José Daniel Tepos Vázquez, subdirector de actividades culturales y turismo de la alcaldía Gustavo A. Madero.
Al recordar el surgimiento de los sonideros hace siete décadas en la Ciudad de México, David Mendoza subrayó sus inicios como prácticas culturales surgidas en entornos de marginalidad, que permitían la posibilidad de amenizar las fiestas y reconocer a los diversos personajes del barrio con los tradicionales saludos, y ahora promueven la cohesión social y, sobre todo, se ha vuelto una fuente de sustento que debe ser regulada.
“A la par que exigimos ser reconocidos entendemos que esto implica responsabilidades”, expuso Mendoza, quien aseguró que los principales conflictos con las autoridades radican en los horarios, cantidad y tipo de equipo, transportes, aforo y consumo de bebidas alcohólicas, medidas que deben ser reguladas con el desarrollo de una tipología de estos eventos en el espacio público.
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