A estas alturas, es bien sabido que el rating televisivo de la 87 edición de los Oscares cayó en picada.
La ceremonia conducida por Neil Patrick Harris atrajo 16 por ciento menos espectadores que la entrega del año anterior –encabezada por Ellen DeGeneres–, el nivel más bajo de los últimos seis años, de acuerdo con las métricas de Nielsen.
Pero el rating que registra la audiencia de televidentes no es el único actualmente. Ahora también pesa el de las redes sociales, sobre todo si se trata de un evento seguido por millones de espectadores en el mundo.
En Facebook, los Oscares triunfaron. Mientras que en Twitter, la fiesta de Hollywood sin esa icónica selfie de DeGeneres, fue un fracaso.
Este año, la plataforma de microblogging ni siquiera se tomó la molestia de publicar estadísticas respecto a la actividad generada. Solo se limitó a informar sobre highlights de la velada, como las películas que más atención recibieron y los nominados y artistas de los que más se tuiteó.
Cuando Lady Gaga se encontró con Julie Andrews, el premio a Alejandro González Iñárritu por Mejor Director y el discurso de @PattyArquette fueron “los momentos que generaron los mayores picos en la conversación”, reportó Twitter.
En cambio, Facebook anunció que los Oscares fueron “un evento muy social” en la red de Mark Zuckerberg, con 21 millones de personas que tuvieron 58 millones de interacciones relacionadas a la gala del pasado domingo.
El año anterior, 11.1 millones de usuarios tuvieron 25.4 millones de interacciones respecto a los Premios de la Academia.
Como escribió en Mashable el editor de negocios y marketing, Todd Wasserman, “quizá la falta de un momento selfie hizo que las estadísticas de este año fueran mediocres en comparación. En ese caso, una imagen valía mucho más que mil palabras —especialmente para Twitter”.