Sí les afecta

A todos “nos puede” vivir en un país en el que reinan la corrupción y la impunidad. A cualquiera le duele que México siga bajo una nube de violencia y todos se indignan por la falta de equidad en el país.

Y ello se siente a tal grado que entre el 12 y el 20 por ciento de la población (que tiene entre 18 y 65 años) padece depresión, de acuerdo a la Secretaría de Salud.

Menos del 20 por ciento de los adolescentes y jóvenes mexicanos con trastornos afectivos busca ayuda, según el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente.

Y lo peor de este escenario es que hay casos en los que los pacientes tardan hasta 14 años en atenderse con un tratamiento especializado. A pesar de que los inicios del trastorno se dan en edades tempranas, según la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica.

Los resultados de esta encuesta también señalaron que el 2 por ciento de la población mexicana ha presentado un episodio depresivo, antes de llegar a los 18 años.

Especialistas de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indicaron que factores como la falta de libertad –por la inseguridad que todavía aqueja gran parte del país– se ha convertido en una constante para el desarrollo de depresión en los adolescentes.

“Experimentan sentimientos constantes de frustración y ansiedad que los llevan al consumo de sustancias adictivas, a la depresión y a los pensamientos suicidas”, dijo a Proceso el especialista Ricardo Trujillo Correa.

Y en un comunicado de la facultad mencionada, María Emilia Lucio Gómez Maqueo, especialista de la UNAM, mencionó que “también intervienen las pérdidas que antes no ocurrían tanto como la muerte de los padres por violencia o enfermedades, además de los cambios hormonales y la baja de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que se relacionan con la depresión”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en el mundo hay alrededor de 350 millones de personas con depresión, la cual es la principal causa de discapacidad.

Además, el organismo internacional señaló que este trastorno afecta más a la mujer que al hombre.

La depresión provoca la pérdida de 25.51 días de trabajo anuales en México, según el estudio titulado “El costo social de trastornos mentales. Discapacidad y días productivos perdidos”, de la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica.

Una de las peores consecuencias que tiene padecer un trastorno como depresión es que las personas –al no encontrar una salida– optan por el suicidio. En personas jóvenes, son más las mujeres quienes intentan quitarse la vida, pero lo logran más los hombres, ya que suelen tomar medidas más letales (como lo sería un disparo).

Ellas usan métodos como la ingesta excesiva de fármacos.

Y es silenciosa

La depresión –como muchos otros padecimientos que se pueden volver crónicos– es un mal silencioso, cuyos síntomas provocan que la persona se atienda cuando ya está en etapa avanzada.

Entre los años 2014 y 2015, este padecimiento mental tuvo un incremento del 31 por ciento, ya que se tuvo un registro de 69 a 91 mil casos detectados, de acuerdo al Anuario de Morbilidad de la Secretaría de Salud.

Según el registro mencionado, los sectores más afectados de la población mexicana son los que comprenden a personas que tienen entre 25 y 59 años de edad, así como las personas mayores a 65 años.

Factor de riesgo

La falta de libertad –por la inseguridad en el país– influye para que los jóvenes mexicanos desarrollen depresión.

Unidos como país

Si bien la acción y la denuncia ciudadana son fundamentales para que las autoridades y la situación de México prosperen, la unión como sociedad –y nación– es de gran ayuda para disminuir los casos de violencia e inseguridad, factores que influyen en el desarrollo de depresión.

La atención temprana y el tratamiento oportuno también son importantes.

Según la Depression and Bipolar Support Alliance, el National Institute of Mental Health de Estados Unidos y el Mental Health America, las personas deben unirse cuando presenten síntomas depresivos o cuando algún familiar o amigo muestre señales de que la padece.

La atención profesional y evitar sentimientos de culpa también ayudará a la persona depresiva. Practicar ejercicio, comer adecuadamente y dormir como se debe hará la diferencia para disminuir la cantidad de casos, sobre todo en jóvenes.

Alejarse de las drogas y el alcohol evita el aumento del riesgo de desarrollar este trastorno cerebral.