Más vale solos…

¿Cómo es un millennial? Esta generación es de las más etiquetadas, admiradas, repudiadas y criticadas que hay.

A los millennials se les “ataca” por vivir en casa de sus padres hasta pasados los 30, porque no están satisfechos a nivel profesional y su estadía en las empresas es casi efímera. También se les cuestiona porque no forman una familia a la misma edad que sus padres o porque no se encuentran en una relación estable y/o formal.

Sí, esta generación está compuesta por los que parecieran ser “adolescentes eternos”.

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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39
millones de personas de la población en México son millennials
Al neosoltero no le importa estar sin una pareja y tampoco tiene como prioridad contraer matrimonio

¿Cómo es un millennial? Esta generación es de las más etiquetadas, admiradas, repudiadas y criticadas que hay.

A los millennials se les “ataca” por vivir en casa de sus padres hasta pasados los 30, porque no están satisfechos a nivel profesional y su estadía en las empresas es casi efímera. También se les cuestiona porque no forman una familia a la misma edad que sus padres o porque no se encuentran en una relación estable y/o formal.

Sí, esta generación está compuesta por los que parecieran ser “adolescentes eternos”.

Sin embargo, lo primero que se debe de saber a la hora de juzgar a esta generación que representa a más de 39 millones de personas en México es que si están solos, no invierten en una propiedad, se la pasan conectados y pegados a su celular y ningún trabajo les es suficiente es porque así lo quieren.

No quieren casarse jóvenes o mantener una relación formal, mucho menos formar una familia antes de los 30. Y qué decir de pagar un departamento o enganchar una casa si pueden seguir viviendo bajo el techo de sus padres.

Los millennials son solteros por convicción y están considerados “neosolteros”, un término que describe a esos jóvenes que prefieren estar “solos que mal acompañados”, y que optan por perseguir sus sueños, objetivos y metas profesionales –y personales– sin necesidad de ir junto a una pareja de la mano.

Esta tendencia de ser neosoltero va en aumento de manera que ya se puede considerar un estado civil nuevo.

De hecho, la escritora española Carmen Alborch fue de las primeras en llamarlos de esa forma y describe al neosoltero como aquel hombre o mujer que tiene como prioridad el éxito profesional y económico, y que tiene como preocupación principal su propia salud, bienestar, educación y seguridad.

Por su parte, la psicóloga María Gracia Franco puntualiza que los neosolteros “no tienen como prioridad la vida en pareja ni casarse. No se trata de una posición transitoria, sino la reivindicación de la soltería como un nuevo modelo. Eso sí, mientras más tiempo pasan solos, se vuelven más exigentes para aceptar a otra persona en su vida”.

Gracia Franco agrega que este segmento de la sociedad “prioriza sus propios deseos. Eligen vivir solos, no como un acto de egoísmo, sino un canto al individualismo, independencia y autonomía. Se enfocan en metas personales y profesionales y les interesa viajar, consumir tecnología y relaciones sociales, entre otras actividades”.

Y es que para el neosoltero el estar sin pareja no es una prioridad, mucho menos una meta o una causa de trauma, como podía serlo para una mujer –y uno que otro hombre– de otras generaciones.

La experta también indica que, a diferencia de los solteros que vemos en las películas o en tu círculo de amigos, los neosolteros siguen llevando a cabo actividades que hacen las parejas, pero sin una compañía y acuden a lugares en donde puedan conocer personas con intereses afines a los suyos.

Y los “amigos con derechos” salidos de la oficina sean comunes en la vida de un neosoltero.

¿Cómo es un neosoltero?

Además de ser solteros por convicción, de tener como prioridad el éxito profesional y los intereses individuales, un neosoltero –sobre todo si también es millennial– es aquel que tiene entre 28 y 50 años y que hace de la soltería un estilo de vida.

Por esta razón, es muy fácil ver a un hombre soltero de 43 y a una mujer de 29 en el mismo antro, a la misma hora y con temas de plática muy similares. De acuerdo a la revista Forbes, el neosoltero gasta entre 7 mil y 12 mil pesos al año en compras en línea.

Mariano Balcare, director de nuevos negocios de Vivaanuncios en América Latina, dijo a la publicación mencionada que “durante los últimos años, los neosolteros también han tenido un impacto en la compra y venta a través de Internet, en especial en portales de anuncios clasificados (…)”.

Como no tienen a una esposa –o esposo– que consentir los rubros en los que más gastan su dinero son tecnología, mascotas, bienes raíces y ocio o tiempo libre. Y si se trata de un neosoltero millennial, los gadgets podrían formar una categoría nueva.

Se preocupan también por su bienestar, belleza y educación y pueden gastar en un buen restaurante.

La era de la ‘neosoltería’

El término de neosoltero fue acuñado desde los 90’s, por la escritora española Carmen Alborch, quien lo empleó en su libro titulado “Solas: gozos y sombras de una manera de vivir”. En esta publicación, Alborch define a un nuevo estado civil por convicción, en el que la persona tiene como prioridad el éxito y la satisfacción profesional y económica, pero no hay intereses o metas en tener “éxito” sentimentalmente hablando.

Para Carmen, los neosolteros “son profesionales muy calificados, desenvueltos, competentes, seguros de sí mismos, con un alto nivel cultural. Carmen Alborch define la neosoltería como un nuevo estado civil.

No tienen por referente social la pareja, no están obsesionados por la estabilidad económica, no renuncian a las comodidades y saben disfrutarlas, no quieren sufrir experiencias dolorosas en el terreno del amor, no es para ellos una prioridad la vida en pareja ni casarse y no les supone trauma la cama vacía, que consideran suficientemente compensada con el éxito profesional”.

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