La exploración de la sexualidad es generalmente saludable tanto física como mentalmente. Sin embargo, hay algunas prácticas que pueden conllevar riesgos e incluso tener consecuencias en la salud de quienes la realizan. Una de ellas es el slamsex.
También conocido como slamming, se trata de una práctica sexual que recientemente ha ganado popularidad en redes sociales, particularmente entre jóvenes. Esto representa una amenaza para la salud pública en caso de no atenderse de manera oportuna.
Para comprender mejor esta práctica de riesgo, es importante conocer que se deriva de un comportamiento similar conocido como “chemsex”. Vamos a describir en qué consiste cada uno.
¿Qué es el chemsex?
El chemsex es un comportamiento que se caracteriza por el uso de drogas recreativas con la intensión de intensificar las sensaciones durante las relaciones sexuales.
Tener relaciones sexuales bajo los efectos de drogas no es una práctica nueva, de hecho es una actividad que se estudia desde hace aproximadamente 40 años.
Pero si es una práctica registrada desde hace décadas, ¿cuál es el problema ahora? El nivel de riesgo actualmente ha aumentado diverso al consumo de sustancias como la metanfetamina, también conocida como cristal o crico.
Según información del Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, la metanfetamina es un estimulante poderoso y sumamente adictivo que afecta el sistema nervioso central.
Esta sustancia causa un aumento en la actividad y la locuacidad. Al mismo tiempo disminuye el apetito y genera una sensación placentera de bienestar y euforia.
Al mismo tiempo, el consumo de drogas para el chemsex expone a las y los usuarios a sustancias adulteradas con fentanilo. Cabe recordar que este último químico puede provocar problemas de sobredosis aún en bajas cantidades.
¿Qué es, entonces, el slamsex?
Alberto Vargas Guerrero, director y docente del Máster Universitario en Psicología General Sanitaria de la Universidad Europea de Canarias, explica que en el slamsex se conjugan tres elementos:
- Un contexto sexual (sexo grupal, relaciones sin condón con parejas ocasionales, etc.)
- La utilización de drogas psicoestimulantes (generalmente metaanfetamina o mefedrona)
- La administración de esas sustancias mediante una inyección.
La administración de las drogas por vía intravenosa provoca que los participantes experimenten los efectos de una manera más rápida e intensa. Además, debido a su efecto reforzante, también incrementa la posiblidad de volver a consumir lo que consecuentemente puede derivar en una sobredosis.
Slamsex, popular en aplicaciones de citas
Vargas Guerrero también menciona que la popularidad de esta práctica ha sido tal, que en la actualidad existen aplicaciones de citas que incluyo ya contemplan términos y filtros que facilitan los encuentros sexuales relacionados al slamsex.
Los términos más populares son los siguientes:
- High and Horny (HnH): Describe un estado en el que una persona se siente eufórica y sexualmente excitada, habitualmente por el uso de sustancias.
- Tina (T): Término coloquial para referirse a la metanfetamina, que a menudo se usa en el contexto de chemsex.
- Party and Play (PnP): Alude a la práctica de consumir drogas mientras se socializa y se participa en actividades sexuales.
¿Cuáles son los riesgos del slamsex?
Al igual que cualquier sustancia psicoactiva (como el café y el alcohol), la práctica del slamsex no está exenta de riesgos. Existe la posibilidad de sufrir una intoxicación, también conocida como sobredosis, así como los riesgos derivados de que sea una administración intravenosa, entre las que se contemplan la transmisión del VIH y el de la hepatitis C.
Otro de los factores de riesgo asociados al consumo de drogas y las relaciones sexuales es el del consentimiento. El especialista explica que la “desinhibición sexual y la pérdida de control pueden provocar la disolución de los límites individuales”.
En consecuencia, algunas investigaciones mencionan que existe un porcentaje de participantes que lleva a cabo relaciones sexuales sin un consentimiento verdadero. Esto es más relevante cuando el consumo de drogas fue excesivo.
Finalmente, Alberto Vargas Guerrero concluye que es importante informar y educar sobre las implicaciones psicológicas del slamsex. Esto, al tiempo que se refuerza la importancia de prácticas sexuales seguras, como el consentimiento, la información y la educación sexual oportuna.