¿De qué sirve ganar un Grammy?

La industria de la música de EU se alista para celebrar su fiesta anual, sin embargo, la ceremonia es vista por varios como una mera estrategia de marketing más que de reconocimiento al talento
Roberto Trejo Roberto Trejo Publicado el
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Recibir un “premio a lo mejor” siempre resulta engañoso por la subjetividad con la que son elegidos los ganadores, sin embargo, los Grammy cargan quizá la sombra más pesada al ser acusados constantemente de ser un mero reconocimiento a las ventas más que al talento musical.

La Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación ha ninguneado e ignorado a grandes artistas, algunos hoy considerados leyendas de la música, por lo que las críticas, protestas y sabotajes contra estos premios se han vuelto una constante.

“Creo que los Grammy no son más que una maquina gigantesca de promoción para la industria de la música. Se dirigen a un público de inteligencia baja y alimentan a las masas. No se dedican a honrar las artes o a las creaciones de los artistas. Es el negocio de la música celebrándose a sí mismo”, señaló en 2002 el vocalista de Tool, Maynard James Keenan, quien no asistió a la ceremonia para recoger el Grammy por la mejor interpretación de metal.

Es probable que Keenan tenga más razón hoy que en ese entonces, pues con la crisis que enfrenta la industria ante las descargas musicales y la música en la red, lo más lógico es que se premie a quien genera más dinero para las grandes disqueras, las cuales no terminan de adaptarse a internet.

Sinead O’Connor fue la primera en rechazar el premio en 1991. La irlandesa fue nominada por mejor grabación del año, interpretación vocal y desempeño vocal, sin embargo, la vocalista señaló que no quería formar parte de nada que anime a creer que el éxito material es importante.

En 1996, Pearl Jam venció a los favoritos Alice in Chains en la categoría de mejor interpretación de hard rock. La banda subió a recibir el premio con muy pocas ganas y el vocalista Eddie Vedder dijo ante los asistentes: “No sé lo que esto significa, que no creo que signifique nada”.

Y es que los organizadores nunca han premiado a ciertos artistas, ni siquiera en su mejor momento. Por ejemplo, Bjork, Guns N Roses, Iggy Pop, Kiss, Morissey, Jimi Hendrix, Oasis, Rush, Depeche Mode, The Kinks, Patti Smith, Janis Joplin, The Strokes y Queen of the Stone Age, entre otros.

Uno de los grandes pecados de los Grammy es no haber premiado a Queen por canciones como Another One Bites the Dust y Bohemian Rhapsody, considerada una de las mejores piezas de la historia; décadas después, la Academia reconoció a la banda por su trayectoria.

Y no sólo es la escena del rock, artistas de otros géneros también han pasado sin pena ni gloria por los premios. Artistas como Diana Ross, Snoop Dogg, Bob Marley, Notorius B.I.G, Tupac Shakur, Nas, Run D.M.C y Kenny Chesney no han recibido uno de estos premios en competencia.

Esto se vuelve más increíble si se toma en cuenta el caso de Milli Vanilli, el dueto que en 1990 ganó la categoría de mejores debutantes. Nueve meses después se descubrió que la Academia había premiado a un par que sólo hacía play back en cualquier parte que se presentara.

Hasta Los Simpson se han burlado de los premios en dos ocasiones. Primero, cuando Homero recibió un Grammy por su banda Los Borbotones; Simpson intenta dar el gramófono como propina al botones de un hotel y éste lo tira al darse cuenta que es un Grammy.

Segundo, cuando la ciudad entrega premios a los mejor de Springfield, Homero se muere por recibir uno, su familia le recuerda que él ya ganó un premio Grammy, sin embargo, él responde que quiere un premio que valga la pena. El chiste va más allá con un remate de los productores, quienes en un cintillo aclaran que para ellos el Grammy ni siquiera es un premio.

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