Sin mujeres no hay iglesias, la perspectiva feminista de Católicas México
Con una perspectiva histórica y feminista, la organización Católicas México, que pertenece a la Red Latinoamericana y del Caribe de Católicas por el Derecho a Decidir, realiza un recuento de los aportes de teólogas y personajes bíblicos
Luz Rangel¿Se puede ser creyente y feminista? Para Católicas México sí, ¡se puede ser creyente y feminista! Además, considera que disfrutar de la sexualidad no es un pecado y que nadie va a dejar de ser católica si toma decisiones en libertad de conciencia, como abortar o acompañar un procedimiento de este tipo.
Se trata de una organización integrada por personas católicas que trabajan por maternidades deseadas; libertad de orientaciones sexuales desvinculadas de la reproducción, consensuadas y placenteras, con acceso a métodos anticonceptivos para la prevención de embarazos no deseados; vida libre de violencias; laicidad del Estado y pluralismo religioso.
“Lo que estamos tratando es de dar un mensaje diferente al oficial donde no culpabilizamos a las mujeres y que sigan pensando que están cometiendo pecados al ejercer sus derechos. Eso es lo que queremos que cambie en la Iglesia y en su estructura patriarcal”, menciona la coordinadora Aidé García, en entrevista con Reporte Índigo.
Católicas México pertenece a la Red Latinoamericana y del Caribe de Católicas por el Derecho a Decidir, con presencia en 11 países. La red busca la incidencia política desde una identidad católica y feminista a nivel nacional e internacional.
Católicas por el Derecho a Decidir se formalizó como organización el 3 de agosto de 1994 en el marco de varios hechos históricos en el país y antecedentes como la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se llevó a cabo en la Ciudad de México en 1975.
“Es como un rompecabezas, está el marco contextual, la población que es católica y, por otro lado, la lucha histórica del feminismo donde empezamos a reconocer los derechos de las mujeres en conferencias internacionales”, sintetiza Aidé García.
En México, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, hay 97 millones 864 mil 218 personas católicas. Este porcentaje es equivalente a 77.7 por ciento de la población en México.
“Tenemos que reconocer que en la Iglesia hay diferentes tipos de pensamientos y no una corriente única, sino una pluralidad y una diversidad. En su historia ha habido diferentes posturas frente al aborto, al papel que tienen las mujeres y Católicas México surge en el marco de la Teología de la Liberación, que conlleva varias teologías como la feminista”, acota García.
Sin mujeres no hay iglesias para Católicas México
Católicas México cuenta con diferentes recursos para cambiar los modelos desde dentro de la Iglesia que obstaculizan los derechos de las mujeres. Por ejemplo, la campaña #SinMujeresNoHayIglesia, que tiene como objetivo visibilizar la vivencia de su comunidad.
“Esta campaña no surge este año, empezó en 2021 en el marco del 8 de marzo. Lo que hicimos fue pedirles a nuestras seguidoras que, desde cómo se identificaban como mujeres creyentes y feministas, nos mandaran un mensaje sobre cómo vivían su espiritualidad con libertad y más allá de los conservadurismos religiosos”, expresa Dafne Huerta, de la Coordinación de Comunicación.
En la campaña participaron cientos de mujeres que demostraron que la comunidad de Católicas México está compuesta por mujeres creyentes, pero también feministas. Desde entonces, el hashtag #SinMujeresNoHayIglesia es un referente a nivel regional.
“Más de 100 mujeres se pronunciaban católicas, feministas y a favor del derecho a decidir, de poder disfrutar de su sexualidad. Se hizo una comunidad mucho más grande y este año quisimos retomar la campaña porque no hubiéramos llegado hasta ahora sin las mujeres que nos antecedieron: teólogas feministas que han hecho que podamos acceder a este conocimiento y mujeres históricas como María y María de Magdala”, explica Huerta.
“Hay una interpretación teológica feminista de que aceptó de manera voluntaria. Ahora se tiene que mirar la Biblia como un referente donde nosotras tenemos que incorporarle la perspectiva de género, porque fue escrita en un contexto histórico que no corresponde a este que estamos viviendo ahora y por eso constantemente tenemos que estar haciendo reinterpretaciones”, añade Aidé García.
En el caso de María Magdalena, con la muerte de Jesús ella asumió el liderazgo de la Comunidad de Discípulos y Discípulas y cuando resucita es la primera con quien habla, por lo que adquiere el título de Apóstol de los Apóstoles.
“Para el sistema patriarcal era muy duro que una mujer tuviera un liderazgo espiritual tan grande como el de María de Magdala. Es por esto que su historia fue alterada y desde entonces se le menciona como prostituta y se coloca en el lugar de Apóstol de los Apóstoles a Pedro”, se lee en una publicación de Católicas México.
La campaña también incluye a Sor Juana Inés de la Cruz, escritora y poetisa, quien lejos de seguir los mandatos sociales pudo seguir estudiando en conventos. La pionera de la reivindicación de las mujeres cuestionó las estructuras eclesiásticas y fue perseguida por no dedicarse sólo a la vida monástica, sino también a las letras.
“Creemos que es muy importante reivindicarlas, en el sentido de recoger sus aportes y sus historias, porque muchas veces son interpretadas por los hombres. En esta Semana Santa es muy emblemático hacerlo, porque quienes acompañan a Jesús en su viacrucis y hasta el final de la crucifixión son las mujeres”, agrega García.