[kaltura-widget uiconfid=”38045831″ entryid=”0_qroefr8h” responsive=”true” hoveringControls=”true” width=”100%” height=”75%” /] En una época histórica en donde las mujeres estaban lejos de ser emprendedoras o ser una figura de poder, destacó una que se propuso impulsar el arte y levantar un inmueble desde cero, el cual vive hasta ahora y ha albergado a miles de artistas de la danza, música, teatro, performance y más, en el corazón de la Ciudad de México.
Con sólo 33 años de edad, la cantante Esperanza Iris mandó construir un teatro en la calle de Donceles, poniendo la primera piedra el 3 de mayo de 1917 y a contrarreloj estuvo listo al año siguiente, el día 25 de mayo.
“Era impensable que una mujer pudiera abrir un teatro porque estamos hablando de un año después de la promulgación de la Constitución mexicana y cinco años después de la Decena Trágica. Entonces poder decir que apuesta por la cultura en tiempos convulsos es sorprendente, un augurio justamente de que la cultura tiene que ganarle al conflicto”, comenta Ulises Ortega, coordinador de prensa y difusión del Sistema de Teatros de la Ciudad de México, en entrevista para Reporte Índigo.
Contando con una gran fortuna que amasó gracias a su carrera artística, Iris pudo erigir este edificio inspirado en La Scala de Milán, para ello contrató al arquitecto Ignacio Capetillo y Servín, además a Federico Mariscal quien estuvo también en la construcción del Palacio de Bellas Artes.
“Ahí empezó la situación de su teatro, le importaba el público, ella quería que sin importar el lugar que la gente escogiera para sentarse en el teatro, pudieran tener una buena visión del espectáculo que se presentara”, asegura José Luis Martínez, quien tiene 74 años de edad y labora como traspunte desde hace 16 años en el recinto de Donceles.
Este lugar fue prácticamente el hogar de Iris, quien lo habitó desde 1953 hasta su muerte. Tenía un balcón que conectaba con su habitación, además de que el palco número 7 era de su uso personal. A la fecha, los artistas que se presentan en el inmueble le llevan ramos de flores para colocarlos en las butacas de la terraza numerada como símbolo de respeto.
“Hicieron una obra de Esperanza Iris, de la que todo mundo salió llorando (…) Ella dice (la actriz Pilar Padilla encarnado a Iris) cuando termina la obra ‘yo no soy una persona, soy un edificio y mis piernas son las escaleras’”, recuerda Irene Gómez Rodríguez, supervisora de limpieza de la puesta en escena Esperanza… Donceles 36, del 2012.
Para festejar al ahora llamado Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, la administración actual tiene distintas galas a celebrar, mismas que comenzarán el día de hoy y el domingo cerrarán, aunque su programación es vasta para el resto del año.
El recinto: Amante y novio
Al interior del auditorio se guardan historias que se convierten en leyendas con el paso del tiempo, algunos de los que laboran al interior del espacio creen que Iris descansa entre sus paredes y se encuentra presente, pero sin caer en lo lúgubre.
“Cuando siente doña Esperanza que no hay respeto, algo pasa en la función, algo sucede, entonces los artistas mejor le traen flores (…) ese tipo de cosas creo a ella la siguen moviendo– aunque suene un poco raro– y un lugar como éste se queda con algo del espíritu de la persona”, platica Ortega mientras se recorren los pasillos del inmueble.
La llamada “Reina de la opereta” se casó en tres ocasiones, del primer matrimonio tuvo dos hijos, los cuales murieron a las edades de 18 y 23 años, y su último esposo, Francisco Sierra, fue a dar a prisión por un fraude. Iris salía eventualmente de su palco y gritaba: “¡Paco es inocente!” en medio de las funciones.
“Ella vivió aquí, en algún punto, ya casi al final, ella le mencionó (al teatro) que era su novio ingrato porque decía que le había dado todo, le había puesto dinero, amor, esfuerzo y realmente ella sentía que a veces él no era recíproco con ella”, conversa el promotor cultural.
El paso de artistas consagrados es innumerable, la duela ha sido pisada por el tenor italiano Enrico Caruso, el francés Marcel Marceau, el cantautor español Joan Manuel Serrat, la cantante argentina Nacha Guevara, el escritor gaucho Mario Benedetti, entre otros miles.
“Amor al teatro”
Entre las filas B y C del segundo nivel, al lado de la butaca 1, a ras de piso, se acurruca en el alfombrado Irene Gómez Rodríguez, quien lleva trabajando como afanadora desde la reinauguración del edificio en 2002 y ha visto pasar artistas como Celso Piña, Napoleón, Elsa Aguirre, Plácido Domingo y más.
“Ya han venido casi todos, a mí, cuando a veces me quedo así (pensando), me hubiera gustado ver a Pedro Infante en el escenario o a Javier Solís, pero han estado un ramillete de artistas”, narra Gómez sentada en su butaca imaginaria.
La mujer de 66 años de edad rememora con cariño la vez que conoció a Jenni Rivera, ya que ocurrió justo en un momento de duelo personal.
“Le dije a su peinador: ‘ando buscando a la artista Jenni Rivera’. ‘¿Para qué la quiere?’, me contesta y le digo: ‘quiero que me regale sus flores porque mi padre acaba de morir, se las quiero llevar a su tumba’. Me llevó al camerino uno y me dijo: ‘tú papá no ha muerto, está atrás de ti’”, recuerda “Doña Irene”, como es conocida entre los trabajadores del teatro.
Ella se siente acompañada de la “Diva de la Banda”, de su padre y de Iris; al teatro lo ve como su casa, en donde labora diariamente desde las 6 de la mañana hasta que se termine el espectáculo en turno y hayan limpiado la sala.
1917
3 de mayo
Colocan la primera piedra del recinto escénico
1918
25 de mayo
Inauguración del Teatro Esperanza Iris
1934
13 de septiembre
El recinto cambia su nombre a Cine-Teatro Esperanza Iris
1962
8 de noviembre
Fallece la “Reina de la opereta”. A raíz de su muerte, el recinto se deterioró y fue abandonado
1976
Fue reinaugurado con la presentación de la Orquesta Sinfónica Nacional
1984
3 de marzo
Un incendio le quita su brillo y afecta la parte superior del teatro
1986
20 de noviembre
Abre de nuevo sus puertas con un homenaje a Pedro Vargas
1996
Luego de sufrir un daño en la fachada cierran el recinto
2002
9 de abril
Con la puesta en escena Viva la Zarzuela, cargo de Plácido Domingo, el inmueble se reinaugura
2008
25 de mayo
Como tributo a su fundadora lo nombran: Teatro de la Ciudad Esperanza Iris
La celebración
Tres eventos se tienen contemplados dentro del marco de festividades en el Esperanza Iris, comenzando el viernes 25 con la Orquesta Filarmónica Juvenil de la Ciudad de México “Armando Zayas”, la cual se presentará a las 20:30 horas y ofrecerá un repertorio de polkas, danzones y mambos.
Tembembe Ensamble Continuo llegará el sábado a las 19 horas y presentará 20 años son para 100. Y el broche de oro será el domingo con Tambuco y la mezzosoprano húngara Katalin Károlyi, a las 18 horas, más la participación del pianista Héctor Infanzón.
“(Él) crea una pieza especial para el teatro que se llama Iris (…) la propuesta es que Károlyi parta del palco donde veía Esperanza Iris todos los espectáculos y ahí empieza la pieza con ella cantando y vamos a oír cómo esa voz se pierde en los pasillos del teatro y de pronto aterriza en el escenario con Héctor Infanzón al piano y los Tambuco tocando”, agrega Javier Rojas, coordinador de programación del Sistema de Teatros
Mejorando la acústica
Mientras se montan luces al interior del escenario, los tramoyistas apenas hablan con voz normal y su diálogo se escucha hasta el último asiento del tercer nivel, la acústica del edificio sorprende, pero José Luis Martínez precisa que no siempre fue buena.
“En un principio era mala porque estaba todo alfombrado, el piso ahí en luneta estaba alfombrado, eso mataba la voz, la música, no se oía bastante bien. En unas vacaciones de hace unos años hicieron eso de quitar la alfombra, incluso de las paredes”, aclara el hombre que ayuda en tramoya.
Plácido Domingo: huésped de honor
Para su reinauguración en 2002 se contó con el espectáculo Viva la zarzuela, el cual fue dirigido por el tenor Plácido Domingo, pero esa no fue la primera vez que el cantante madrileño estuvo en el Esperanza Iris, él ya era un recurrente invitado de la artista desde su infancia.
“A la familia de Plácido Domingo, a Pepita Embil y Plácido Domingo padre, los recibió aquí. Plácido Domingo de niño vivió en este teatro y una de sus primeras presentaciones fue en este escenario porque justamente ella también tenía esa dinámica de apoyar a artistas”, comenta Ulises Ortega.
La mujer delante del teatro
Esperanza Iris nació bajo el nombre de María Esperanza Bofill Ferrer en Villahermosa, Tabasco, el 30 de marzo de 188. Desde joven se acercó al mundo del espectáculo y llegó a recorrer Cuba, España y más países, donde se presentó como cantante soprano. En Brasil recibió el mote de la “Reina de la opereta”.
Iris compró el Teatro Xicoténcatl por 224 mil pesos, lo derribó y erigió su propio teatro, financiado con recursos.