Sí puedes morir por hacer ejercicio como el hombre de Smart Fit; esto dice la ciencia

La tarde de este martes, un hombre murió en una caminadora del gimnasio Smart Fit durante su entrenamiento en la alcaldía Iztacalco, al centro oriente de la Ciudad de México, lo que ha desatado la pregunta sobre si es posible morir por hacer ejercicio.

¿Qué sucedió?

Fue este día cuando un cliente de la famosa cadena de establecimientos deportivos perdió la vida mientras se ejercitaba en una caminadora.

El hombre tenía aproximadamente 49 años de edad y se desplomó en las instalaciones del gimnasio Smart Fit ubicado en la Plaza Vía 515, ubicada en Viaducto.

¿Me puedo morir por hacer ejercicio?

Pese a que es un hecho que practicar ejercicio es un hábito saludable, lo cierto es que existen factores de riesgo que pueden desencadenar en arritmias, tanto ventriculares como supraventriculares, y lo cual causaría la muerte.

Por ejemplo, la revista de la Royal Australasian College of Physicians (RACP), The Internal Medicine Journal, publicó un estudio enfocado en 150 hombres que practicaban ejercicio regularmente, especialmente futbol soccer.

La investigación precisa que dichos hombres practican deporte entre 3 y 4 días por semana, pero se halló que existen factores que pueden desencadenar problemas cardíacos.

Factores de riesgo

Factores como el colesterol elevado, la hipertensión, el tabaquismo, el exceso de peso o los antecedentes familiares de enfermedades cardíacas elevan el riesgo de padecer un infarto y, en algunos casos, la muerte súbita.

“En un escenario hipotético de participantes que tenían dolor en el pecho mientras jugaban, alrededor de la mitad de ellos dijeron que seguirían jugando durante cinco a diez minutos esperando que pasaran los síntomas”, señala la investigación.

¿Qué provoca la muerte súbita?

Las cifras son claras: entre el 74 y el 94 por ciento de las muertes súbitas durante el ejercicio se debe a causas cardiovasculares.

Existen datos que sugieren que la realización de una actividad deportiva intensa incrementa sensiblemente el riesgo de padecer una muerte súbita.

No parece existir una definición universalmente aceptada de la muerte súbita del deportista, aunque generalmente se considera como aquella que aparece de forma inesperada, por causa natural, no traumática ni violenta y en un corto período de tiempo, y cuyos síntomas aparecen durante o en la hora siguiente a la práctica deportiva.

¿Hacer ejercicio o no?

Según los datos que maneja la Sociedad Española de Cardiología (SEC), las personas que practican actividad deportiva intensa presentan una incidencia de muerte súbita mayor que las no deportistas: 1,6 muertes por cada 100.000 frente 0,75 muertes por cada 100.000.

Para la doctora Araceli Boratía, la mejor forma de evitar casos de muerte súbita es realizar las pruebas médicas necesarias para conocer el estado del corazón y si existe alguna afección cardíaca previa que pueda representar un riesgo al momento de realizar ejercicio.

“El dilema se encuentra en que, en estos casos, el deporte se convierte en un arma de doble filo, ya que por una parte evita y retrasa ciertas patologías a nivel cardiaco, pero por otro, en el caso de presentar algún tipo de problema, como miocardiopatía hipertrófica, el ejercicio físico podría desencadenar y aumentar las posibilidades de un evento fatal”, asegura por su parte la doctora María Dolores Masiá.