No se trata de mera depresión, tampoco de mal humor y mucho menos de odio acérrimo hacia la humanidad. El Síndrome de Fatiga Crónica existe y afecta en mayor medida a las mujeres.
De acuerdo a expertos de la Clínica Mayo, este mal se puede definir como “un trastorno complejo caracterizado por fatiga extrema que no puede atribuirse a ninguna enfermedad preexistente. La fatiga puede empeorar con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso” y es cada vez más frecuente entre la clase laboral y la población joven.
Aunque no hay una cifra en específico, se estima que en México hay alrededor de 500 mil individuos con fatiga crónica.
Es decir que la mayoría de los Godínez que se “queja”, lo hace porque padece una condición.
Entre los síntomas que distinguen a la fatiga crónica están dolor muscular, malestar e incapacidad para hacer ejercicio, trastornos del sueño, falta de concentración, mala memoria, ansiedad, dolor de cabeza y/o de garganta, así como depresión.
Y es que lo peor del escenario es que ésta condición está sumamente relacionada con el llamado Síndrome del Burnout, que es causado por los altos niveles de estrés laboral y factores como mala alimentación y falta de actividad física.
En México, cuatro de cada 10 empleados tiene estrés laboral, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).