¿Y el sexo apá?

¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo? ¿Qué tienen las relaciones sexuales que cada vez son menos ‘apetecibles’ para las personas?

El ritmo de vida ajetreado, la fuerte tendencia hacia la soltería o las parejas sin compromisos y los altos niveles de estrés son factores que fomentan la falta de ganas para tener una noche de tórrido romance.

De acuerdo a una investigación publicada en Archives of Sexual Behavior, en países como EE. UU., entre 2010 y 2014 las personas tuvieron nueve veces menos sexo al año que el período que comprendió del año 2000 a 2014. Y la frecuencia disminuyó, inclusive, en personas que están casadas.

Y es que estar por tiempo prolongado en el trabajo, así como la home office (oficina en casa) o ser freelancer provoca que las personas permanezcan ocupadas. La crianza de los hijos también influye para la falta de tiempo y energía.

A su vez, como menciona la psicóloga Jean Twenge, “ahora hay muchas otras maneras de pasar tiempos de ocio en casa”. Twenge, quien es autora de “Generation Me” también señala que “con el aumento de la calidad y la accesibilidad del entretenimiento en streaming, la competencia por el tiempo libre es más dura”. Sí, estar pegado a Netflix también es un factor para que tengas menos ganas de sexo.

Sin embargo, aunque no se tiene la misma cantidad de sexo que en décadas anteriores, la investigación de Twenge indica que un adulto promedio tiene relaciones sexuales 54 veces al año “o un poco más de una vez a la semana”.

Una vida sexual activa es sinónimo de mejor ánimo, ayuda a bajar de peso, mejora la salud cardiovascular y reduce el riesgo de sufrir cáncer de mama o de próstata. Además, está asociado con tasas de depresión más bajas, según un estudio publicado en The Journal of Sexual Medicine.

¿Cuántas veces se recomienda tener sexo? No hay una regla pero expertos indican que al menos una vez por semana, como dice la investigadora Amy Muise, psicóloga de la Universidad de Canadá.

Y un análisis de 2015, a cargo de la Carnegie Mellon University, subraya que incluso una vez a la semana sería la cuota “mínima”, para evitar caer en la monotonía. De hecho, el estudio reveló que las parejas que intentaban tener sexo con más frecuencia y procuraban de manera consciente aumentar su cuota semanal, “fueron menos felices y satisfechos en su relación”.