Sex Education, el inicio de una oferta mas libre y sin prejuicios
Los contenidos de televisión, así como las diversas plataformas de streaming, han permitido abrir un camino hacia nuevos contenidos, como la educación sexual. Entre ellos se encuentra la serie que recién estrenó temporada, Sex Education
Karina CoronaMás allá de tratarse o no de una serie dirigida al público adolescente, Sex Education, de Laurie Nunn, se ha caracterizado por mostrar la gran diversidad sexual que existe, incluso, la asexualidad. Su enfoque es una apuesta por proponer una historia atractiva, informativa y divertida.
Desde su estreno el 11 de enero de 2019, a través de la plataforma de streaming Netflix, ha alcanzado gran popularidad y, recientemente, con el estreno de su tercera temporada, llegó a estar posicionada dentro de las 10 series más vistas en México, marcando así un parteaguas sobre las series que abordan la educación sexual.
“No hay ninguna película o serie que no aborde la sexualidad. Es tan inherente a los seres humanos que no la podemos dejar en ninguna actividad y en las series, por supuesto, te dejan ver los tabús, miedos de la época para hablar de ciertos temas y lo que nos permiten ver es una especie de termómetro de lo que les interesan a las jóvenes”, aclara la sexóloga y psicóloga Ana Torres.
Educación por delante
De acuerdo con la especialista, cualquier contenido puede educar, algo que se pudo ver con más claridad en el periodo de encierro. Ya sea con contenido de televisión abierta o de paga.
“Otro gran tema es sobre qué tipo de contenido tiene la población de televisión abierta, que no tiene acceso a estos programas y por eso necesitaríamos ser más exigentes con las programaciones para las niñas, niños y adolescentes que sólo tienen estos referentes”.
“No hay mucha investigación de ello, pero colegas revelan que las niñas y niños de ocho años ya tienen contacto con pornografía, no podemos negar que sea un mercado que también está educando. Y, ojo, educar como la forma en la que nos está llegando la información no quiere decir que sea una buena educación, la información más correcta, pero es un paradigma real”, expresa Torres.
Con Sex Education, la variedad de contenido sobre la sexualidad ha presentado una gran demanda, pero, algo que ha caracterizado a la creación de Laurie Nunn es el tratamiento muy bien trabajado sobre las relaciones sexuales, personales e intimas del ser humano.
“Sex Education sí hace honor a su nombre. Me parece que hay un hilado muy fino en las temáticas que seleccionan, los personajes. Está muy bien hecha, la iluminación, la selección musical. Va muy en la línea de mostrar estos escenarios retro, este contraste que habla de lo poco que se ha avanzado en cuestión de la educación sexual, en los adolescentes y la actualidad”, opina Narce Ruíz, maestra en Artes y doctora en Industrias Culturales.
Para la especialista, esta serie muestra un paralelismo con las sociedades, como la imagen de la directora nueva que llega en la tercera temporada con una imagen fresca y de repente los alumnos son sometidos a una serie de reglamentos como usar uniforme o no usar piercings.
“Vivimos con esta disciplina no tan férrea, como en otras sociedades donde todavía hay. Por ejemplo, existe la discusión entre la sociedad de padres y las escuelas por cuál contenido sí y no hablar en las escuelas. En ese sentido, la evolución ha sido muy interesante, pero unánimemente Sex Education se ha posicionado como una serie con temáticas muy actuales y que va para un público adolescente, sí creo que ellos la están viendo y discuten sobre estos temas, no sé si con los padres, pero por lo menos entre ellos”, aclara Narce Ruiz.
Ambas especialistas coinciden que la serie de Netflix tiene grandes puntos a favor, no sólo por abordar temas sobre la sexualidad, sino que habla de relaciones de pareja y cómo funciona la sociedad.
“Estas series si bien no educan en sexualidad, ponen en la mesa hablar de esto. Algo que me ha gustado de Sex Education es que se hable de la sexualidad ampliamente y nos permiten mirar cómo en otros momentos se ha abordado la sexualidad desde el prejuicio. Si bien, no vemos todos los órganos sexuales, las infecciones de trasmisión sexual, sí provocan que tanto mamás como papás estén enterados de la sexualidad, el papel de la escuela, de los padres para construir una educación”, opina la sexóloga.
Para Narce, se trata de una opción con un mensaje muy positivo, no impuesto ni aleccionador, al contrario, se da de una forma muy natural y espontánea.
“Por ejemplo, en la segunda temporada, uno de los personajes es atacada en los camiones y esto es una realidad que hemos vivido todas, este acoso de señores que se te acercan, yo no recuerdo que lo hayan tratado en otra serie, esta desazón de la chica de no saber qué hacer, si denunciar, o te enfrentas a la pregunta si vale la pena”, recuerda.
La situación nacional
En México, la educación sexual ha sido recibida, desde hace muchos años, desde diversas plataformas, como las novelas y películas, opina Torres, en el sentido que todo lo que se ve en la televisión en realidad pone en manifiesto lo que se espera y no de los hombres y las mujeres, incluso cómo “se debe” ser para ser gay y ser aceptado socialmente; estos son temas que se abordan, pero todo a partir como de un “velo” y de “manera muy discreta”.
“En nuestra televisión mexicana no hemos llegado al nivel de Netflix. Ha habido avances, tengo entendido que hay telenovelas que sí hablan, por ejemplo, de los homosexuales, pero sigue muy cuidada, como que no dicen tal cual ‘homosexuales’ con letras grandes y es una pena, porque sigue habiendo como este velo de que hay cosas que no se deben de hablar”, opina Narce Ruiz.
“La sexualidad tiene que ver con los afectos, cómo construyo mi afectividad, mis vínculos con las personas y eso es lo que engancha a la serie. No es la información que te dan si no es cómo interactúan las personas y muchas veces obviamos ese elemento que es central cuando hablamos de sexualidad, cómo debo comportarme de acuerdo a mi cultura, incluso, en el momento reproductivo que me encuentre, las normas de la casa, con el derecho a la privacidad”, relata Ana Torres.