Seña y Verbo celebra 30 años de crear experiencias teatrales incluyentes
Seña y Verbo abraza la evolución tecnológica con "Yo despierta", integrando elementos digitales para llegar a audiencias sordas y oyentes. Eduardo Domínguez busca asesorar en la representación en plataformas digitales, reafirmando la identidad de la compañía en la era digital
Karina CoronaA lo largo de tres décadas, la compañía teatral Seña y Verbo ha experimentado una transformación significativa, reflejando no solo el cambio en la percepción de la sordera, sino también la evolución personal de Eduardo Domínguez, actor y actual director de la compañía.
Nacido sordo en una familia de oyentes, Eduardo fue oralizado en su infancia debido a la prohibición de la Lengua de Señas en ese momento y a la escasa información disponible en ese entonces. A pesar de esta barrera inicial, ingresar a una escuela especializada para sordos marcó un cambio crucial en su vida.
“Después de participar en un taller de actuación de Seña y Verbo, descubrí mi pasión por la actuación. Aunque al principio no consideré la posibilidad de ser actor, me embarqué en esta carrera que me ha brindado experiencias maravillosas y la oportunidad de viajar a diversos países como Canadá, Suecia, España, Francia, Colombia y Chile.
“En mi juventud, la falta de comprensión en las obras de teatro para oyentes me llevó a alejarme de ellas. Sin embargo, con Seña y Verbo, me enamoré de la actuación. Cada ensayo y función me sumergieron más en este mundo, superando los nervios iniciales y consolidando mi amor por la actuación”, relata Eduardo a Reporte Índigo.
A 30 años de distancia, Domínguez celebra la existencia de la compañía Seña y Verbo, ya que antes de su creación no había ninguna otra que ofreciera propuestas para personas sordas.
Cuando la compañía se estableció, la sociedad aún desconocía el arte y el teatro asociado con la Lengua de Señas Mexicana (LSM). Gracias a Alberto Lomnitz, fundador de Seña y Verbo, quien aprendió de actores sordos en Estados Unidos, se inició un proceso formativo. El reconocimiento oficial de la LSM como lengua nacional llegó en 2005, gracias a la labor del lingüista Boris Friedman.
“En México no había actores sordos, pero gracias a Alberto, se empezó a capacitar a los sordos y a ofrecer más funciones. Todo fue a paso lento; poco a poco fue la visibilización y concientización”, agrega.
A través de obras profesionales, que combinan actores sordos y vocales, la compañía busca concientizar al público sobre la capacidad y profesionalismo de los actores sordos. A pesar de los desafíos financieros y la pandemia, Eduardo expresa la emoción de seguir adelante y anuncia una nueva imagen para Seña y Verbo, reafirmando el compromiso con la profesionalidad y la identidad única de la compañía.
“Algunos de nosotros somos actores vocales, otros únicamente somos actores sordos, entonces lo hacemos a partir de la pantomima. Queremos hacer muchas más cosas, pero principalmente, queremos recalcar que somos actores y actrices profesionales; nunca hemos querido que se nos visualice como ‘ay, pobrecitos’, tenemos un trabajo profesional.
“Actualmente estamos recuperando fuerzas. Estamos recuperando ese vuelo y queremos que sea muy especial, porque queremos refrescar la imagen de la compañía y decirles que seguimos trabajando”, expresa.
Seña y Verbo arranca su festejo
“Jamás nos hemos considerado personas con discapacidad”, afirma Domínguez, reflejando el compromiso constante de Seña y Verbo de redefinir la narrativa en torno a la sordera. Aclara que la comunidad sorda no tiene un problema en las cuerdas vocales y, por lo tanto, no se consideran personas con discapacidad. Este es un esfuerzo continuo para desmitificar malentendidos arraigados durante mucho tiempo.
La compañía mexicana de teatro para sordos y oyentes celebra su 30 aniversario con una función especial del espectáculo multidisciplinario Yo despierta, basado en el poema Primero sueño, de Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695).
Con dirección de escena de Alberto Lomnitz y Eduardo Domínguez, así como la dramaturgia de Ingrid Solana, Yo despierta se trata de una adaptación multidisciplinaria, ya que recurre a la declamación bilingüe –en Lengua de Señas Mexicana (LSM) y en idioma español–, la música original, la danza y el videoarte.
Además, la pieza tiene la particularidad de incluir a un ensamble dancístico que enriquece la experiencia escénica.
Para su estreno en el 51 Festival Internacional Cervantino, Seña y Verbo colaboró con la compañía de danza El Circo ContemporáNEO, y en esta ocasión, para celebrar su 30 aniversario, contará con el trabajo coreográfico de LY, compañía con la que continuarán presentándose en futuras funciones.
“Gracias al apoyo de Ingrid, nuestra dramaturga, quien conoce el trabajo de Sor Juana, se llevó a cabo un proceso de traducción desde el español barroco a una versión más sencilla, luego a Lengua de Señas Mexicana, y finalmente, a una traducción con clasificadores propios de la lengua de señas. También incorporamos videos de animación en rotoscopia, creando un espectáculo multisensorial con proyecciones en pantalla y en el ciclorama, agregando capas de profundidad a nuestra interpretación de la obra”, aclara.
Seña y Verbo desafía estereotipos y muestra la capacidad de la comunidad sorda a través de la expresión artística. Con el próximo aniversario de la compañía, Eduardo Domínguez espera no solo celebrar los logros pasados sino también anunciar una nueva era con una imagen renovada de Seña y Verbo, reafirmando su compromiso con la profesionalidad y la representación auténtica.
La evolución tecnológica de Seña y Verbo
La evolución tecnológica ha desempeñado un papel fundamental en la creación de obras teatrales. La idea detrás de incorporar elementos como la danza, vídeos y música es evitar que la obra sea monótona y, en cambio, proporcionar estímulos que enriquezcan la experiencia.
En palabras del director, la tecnología no solo busca mantener la atención del público, sino también brindar acceso a historias y figuras culturales que podrían ser desconocidas para la comunidad sorda.
“Pensamos que se necesitan más estímulos como la danza, los vídeos y la música. No queríamos que se volviera aburrida, sino que tuviera más cosas que la complementaran. Hay comunidad sorda que no conoce a Sor Juana, quizá, y sólo por los billetes, por eso queremos con esta obra que la conozcan, que sepan la poesía que escribió y lo bella que es, pues es su derecho desde el ámbito de la cultura”, concluye Domínguez.
“Somos una empresa cultural y nos enfocamos en mostrar la imagen de las personas sordas como actores y actrices, tanto para el público oyente como para el sordo”
Eduardo Domínguez
Director y actor
SIDE Más allá de la escena
Seña y Verbo busca apoyos gubernamentales y becas para crear nuevas obras, producir material audiovisual con clasificadores, y asesorar a la industria cinematográfica sobre la representación adecuada de la Lengua de Señas Mexicana en pantalla.
La iniciativa incluye mantener contacto con instituciones y colaborar en series y películas para garantizar una representación auténtica y accesible para la comunidad sorda.
Yo despierta / 30 años de Seña y Verbo se presenta el sábado 3 de febrero, a las 19:00 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris