Honolulu es la primera ciudad de Estados Unidos que pretende acabar con los problemas derivados de peatones que no dejan de ver su celular al transitar las calles. Para ello, ahora cobra multas de 35 dólares a las personas que crucen las calles sin estar atentas porque tienen los ojos pegados a la pantalla del dispositivo.
Esta sanción no aplica a quien camine hablando por teléfono (y tenga el gadget en la oreja).