Las películas basadas en hechos reales guardan un contenido más poderoso que las de ficción puesto que toman elementos de la realidad y los muestran al público. Tal es el caso de una cinta que expone las llamadas terapias de conversión, las cuales prometen cambiar la orientación sexual de las personas.
Se trata de Corazón Borrado, Boy Erased en su título original, que muestra el perturbador proceso de las terapias de conversión y todo lo que desencadena en el seno de una familia cristiana.
Corazón Borrado está basada en la autobiografía de Garrad Conley, quien compartió su experiencia a los 18 años cuando le confesó a sus padres que era gay.
¿Qué es la terapia de conversión?
Popularmente, las terapias de conversión son prácticas encaminadas a cambiar la orientación sexual de una persona: ya sea de homosexual, bisexual, etcétera a heterosexual.
Pero, no sólo eso, sino que dichas prácticas, también llamadas terapias reparativas, intentan cambiar la identidad de género de alguien transgénero a cisgénero, es decir, aquel género que le asignaron cuando nació.
La creencia que tienen las personas que defienden la terapia de conversión es que ser homosexual, o tener alguna identidad de género distinta, es algo que necesita “curación”.
El caso de Garrad Conley
La vida de Garrad Conley es contada en Corazón Borrado para mostrar lo que atraviesa una persona cuando es sugestionada a ingresar a una terapia de conversión.
Garrad era hijo de un pastor cristiano y cuando le confesó su orientación sexual, su padre simplemente no lo aceptó por lo que decidió enviarlo a una terapia de conversión.
Se trataba de un programa llamado Amor en acción en el que buscaban cambiar la orientación sexual de Garrard.
La película nos muestra cómo Garrard, llamado Jared en el filme, atraviesa por un tratamiento que lo atormenta pues pseudoprofesionales lo llegan a golpear con tal de cambiar sus ideas.
Por medio de argumentos como el rol de los hombres y las mujeres en la sociedad, los integrantes de este programa intentan cambiar a Jared.
Corazón Borrado, al igual que el libro, evidencia que hay métodos sumamente violentos y radicales como la terapia de aversión, donde se asocia un estímulo desagradable con pensamientos homosexuales, e incluso el uso de medicamentos.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aclaró que las terapias de conversión no solo no funcionan, sino que pueden ser muy dañinas y traumáticas para quienes las toman, pues equivalen a actos de tortura. En México, a mediados de año, el Senado aprobó reformas al Código Penal Federal con penas de cárcel y multas a quienes practiquen las llamadas terapias de conversión.
Garrad Conley narra, hacia el final de su libro, cómo sufrió depresión, ansiedad y pensamientos suicidas tras ingresar a este programa únicamente por ser homosexual.
Por esto, en muchos lugares del mundo, las terapias de conversión están prohibidas, especialmente para menores de edad.
En su estreno, la cinta fue toda una sorpresa ya que también recibió tanto críticas a favor como en contra, pues su objetivo es evidenciar la violencia que se vive al interior de estos programas.
El director de Corazón Borrado, el australiano Joel Edgerton, declaró que fue conmocionado tras leer la vida de Garrard Conley, por lo que decidió llevar a la pantalla grande esta historia.
Edgerton explicó que empatizó con el martirio y dolor que Conley atravesó al interior del centro de reorientación sexual.
En esta película, Jared Eamons es interpretado por Lucas Hedges, su padre Marshall es encarnado por el genial Russell Crowe y la madre, Nancy, es interpretada por la reconocida y galardonada actriz, Nicole Kidman.