La fuga de cerebros de Wall Street se hace notar. ¿Su destino? Silicon Valley.
Ayer aludimos en este espacio a la próxima salida de quien se considera la mujer “más poderosa de Wall Street”, Ruth Porat, de la corporación financiera multinacional Morgan Stanley, donde funge como jefa de finanzas, puesto que tendrá en Google a fines del siguiente mes.
La incursión de Porat en la nueva economía del mundo tecnológico es solo un ejemplo del talento de Wall Street que migra a la meca de la tecnología, en aras de construir una alianza ganar-ganar.
A los altos ejecutivos de Wall Street les beneficia dejar un sector donde la salud financiera de los gigantes de la banca estadounidense no es la mejor para poner pie en la economía pujante de la industria tecnológica.
“Las personas inteligentes se dirigen a donde sienten que está el mayor crecimiento”, dijo a The New York Times Robert Reffkin, que abandonó el poderoso banco de inversión Goldman Sachs en 2012 para fundar Compass, una startup de bienes raíces.
Explicó al diario estadounidense que cuando ejercía como jefe de gabinete del presidente de Goldman Sachs, “se hizo evidente de que estamos en medio de una revolución de software. Quiero se parte de ello”.
Mientras que a las startups y gigantes de la tecnología les conviene contar con el expertise financiero para, entre otras cosas, acelerar su ritmo de crecimiento y concretar inversiones estratégicas con las que puedan inyectar una mayor competencia al mercado.
Como señaló un análisis de Bloomberg, “el deseo de Google de tener a una persona como Porat para dirigir las finanzas de la compañía habla de los esfuerzos continuos de Silicon Valley para comprar legitimidad y seriedad empresarial, una necesidad que se ha hecho mayor por el hecho de que empresas como el gigante de Internet ahora son estadistas de mayor edad que necesitan buscar tratos más sofisticados con grandes inversores y las políticas públicas”.
Otro cerebro del banco de inversión neoyorquino que ha puesto la mira y el pie en Silicon Valley es el exbanquero de Goldman Sachs Anthony Noto, quien el año pasado se sumó a la fuerza laboral de Twitter para fungir como director de finanzas.
Por su parte, Imran Khan, exjefe de banca por Internet del grupo internacional de servicios financieros Credit Suisse, se unió a Snapchat en diciembre del año pasado como primer director de estrategia, “para ayudar al joven director ejecutivo Evan Spiegel a justificar la valoración multimillonaria de la startup”, reportó The Wall Street Journal.