Traer las noticias sin velo y publicarlas sin censura es una utopía prácticamente inalcanzable en México, ya que históricamente la libertad de expresión se ha visto cercenada, debido a los diferentes gobiernos que ha tenido este país, pero, ¿con la llegada de la llamada Cuarta Transformación la situación ha cambiado? Haciendo un repaso puntual de las atrocidades cometidas durante el último sexenio priista, en el que gobernadores del partido tricolor abusaron de sus posiciones y del poder, en el libro No se mata la verdad, de Témoris Grecko, se hace una crónica de cómo México ha callado a sus periodistas.
El autor, quien en 2018 sacó un documental homónimo, reflexiona en torno a cómo la 4T se muestra reticente a la crítica; además, dice que hace falta visibilizar los crímenes que siguen ocurriendo contra periodistas en la actual administración.
“Con esta carta de los intelectuales de septiembre, donde denunciaron que la libertad de expresión estaba en peligro, no mencionaron en ningún momento ni en una sola línea de su texto el verdadero peligro contra la libertad de expresión que son los asesinatos de periodistas, ni los que están ocurriendo en este sexenio, ni mucho menos los de antes”, comparte el autor en entrevista con Reporte Índigo.
Para el periodista, quien fue secuestrado en Siria en 2013, con las elecciones de hace dos años se dio un cambio de rumbo en el país que era necesario en México, empero esto fue posible con la labor periodística independiente y que ha sido subversiva al Estado.
“El mejor periodismo que se hizo en esta década es el periodismo insurgente, si se quiere llamar así, el periodismo independiente. En julio de 2018, la gente tomó una decisión, hizo un voto y creo que buena parte de ella hizo una decisión informada por el periodismo independiente, que fueron freelancers, colectivos, medios pequeños, los que descubrieron lo que pasó en Tlatlaya, en Apatzingán y en Ayotzinapa, los que sacaron la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, la Estafa Maestra y las empresas fantasmas de Javier Duarte”, dice Grecko.
Las condiciones laborales, los derechos para preservar la seguridad y dar certeza a los reporteros mexicanos tienen que mejorar a futuro, señala el escritor y documentalista, pero este es el camino a seguir para mantener la denuncia de las injusticias en la nación.
Aunque No se mata la verdad es un libro espejo de la película de 2018, Témoris Grecko decidió publicar este volumen para ahondar más en los problemas que aquejaron durante el sexenio priista pasado, además de extenderse hacia los tiempos modernos con el ejecutivo actual, la pandemia y el feminismo.
COVID-19 y feminismo: los temas del año para Témoris Grecko
Haciendo un corte de caja con respecto a la agenda que aquejó a México, Témoris Grecko observa que todo se perfila hacia dos tópicos ineludibles: la pandemia y el levantamiento del feminismo en Latinoamérica.
Esta crisis sanitaria, considera el autor, pone de manifiesto la falta de especialización por parte de los periodistas en temas de salud para informar de una mejor manera.
“Una de las incapacidades del país para enfrentar la crisis es que no tiene un periodismo especializado en salud y lo que se hace es dedicarse más a las polémicas, dejarse arrastrar por las noticias del momento, por lo que causa más impacto, por la denuncia sin fundamento y no ha habido una capacidad de entender, ni lo bueno ni lo malo de lo que está pasando sobre la pandemia en México”, dice.
Respecto a cómo el feminismo marcó tendencia antes de que llegara el coronavirus al país y cómo faltó darle seguimiento, Grecko insiste en que es debido a que los medios de comunicación no toman en serio al movimiento, lo cual incurre en una grave falta de información.
“Tú ves algunos periódicos que siempre han sido bien machistas y que de pronto ahora tienen una supuesta agenda feminista, por ejemplo, pienso en El Universal, es una agenda feminista de dientes para afuera, las personas que la implementan no creen en el feminismo, y entonces eso se nota, porque piensan que el feminismo es limitarse a algunas consignas y puntos básicos, como pensar que el combate a los feminicidios es ya la agenda completa del feminismo”, subraya.
Van por la prescripción del delito
Ante la búsqueda de demostrar la responsabilidad de expresidentes de México en crímenes, Témoris Grecko considera que el sistema se encuentra obstaculizado en todos los sentidos y que los exmandatarios lo aprovechan a su favor.
“A lo que le están apostando es a la prescripción del delito, sobre todo Felipe Calderón, que ya hace ocho años dejó el cargo, la mayor parte de los delitos por los que podría ser procesado, ya habrían prescrito, a menos que se trate de delitos imprescriptibles como de lesa humanidad (…) No creo que sea posible para ningún sistema judicial procesar todos los delitos pendientes que hay en México, pero se necesita establecer una justicia a partir de actos simbólicos, como procesar a grandes responsables, que en ese caso podrían ser Calderón y Peña Nieto”, señala.